Ni un rayo de luz ni una gota de agua. En los hospitales venezolanos ya no faltan únicamente los medicamentos o los profesionales de la salud. Los servicios básicos también escasean cada vez con más frecuencia. Mientras tanto, los centros asistenciales no tienen cómo hacer frente a la crisis eléctrica ni a los recurrentes cortes de agua.
A oscuras se quedaron el Hospital Universitario de Maracaibo (Zulia) y el hospital de niños José Manuel de los Ríos (Caracas) el lunes 15 de octubre y el martes 16, respectivamente.
Una falla en la subestación La Arenosa, en el estado Carabobo, dejó sin electricidad a 13 estados del país, entre ellos Zulia. El corte de luz interrumpió el funcionamiento de los respiradores artificiales a los que estaban conectados los pacientes de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario de Maracaibo.
La planta de energía eléctrica con la que cuenta el nosocomio no respondió y tres personas fallecieron ante la falta de funcionamiento del equipo: dos adultos de la UCI y una bebé de apenas cinco días de nacida que utilizaba un ventilador mecánico para respirar.
Los niños del J.M. de los Ríos, en San Bernardino, pasaron más de una hora sin luz la tarde del pasado martes. El corte ocurrió a alrededor de las 6:30 pm y ya para las 8:00 pm el servicio eléctrico estaba restablecido.
No obstante, enfermeras, padres y doctores vivieron momentos de angustia porque en la terapia había cinco pacientes conectados a los ventiladores mecánicos y la planta eléctrica del sitio tampoco respondió.
“La planta no arrancó, pero gracias a Dios las baterías de los ventiladores funcionaron el tiempo que estuvimos sin luz“, contó una fuente interna a Efecto Cocuyo.
En los hospitales no solo se registran constantes interrupciones del servicio eléctrico, sino también en el suministro de otro servicio básico. Desde la segunda semana de octubre el Hospital Universitario Dr. Manuel Núñez Tovar no tiene agua y los pacientes y sus familiares deben cargar bidones hasta las habitaciones para poder asearse.
Desde hace una semana la bomba que surte al centro de salud está dañada y las personas deben ir hasta una toma de agua cercana al Núñez Tovar y cargar los recipientes de vuelta al edificio, en algunos casos hasta el quinto piso o hasta los quirófanos.
Las fallas en el suministro de agua son cada vez más frecuentes en los hospitales del país. La primera semana de septiembre el Hospital Dr. Miguel Pérez Carreño de Caracas no tuvo provisión regular del líquido en la unidad pediátrica y hasta los padres de los pacientes tuvieron que encargarse del aseo del lugar.
Con información de Efecto Cocuyo