Dicha afirmación -y atrevimiento- fue acuñada por el doctor, diputado y presidente de la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional, José Manuel Olivares. Luego de presentar en conjunto con las organizaciones Médicos por la Salud y el Observatorio Venezolano de la Salud, una radiografía de los servicios hospitalarios en Venezuela.

Hace algunos días el mundo se conmovió con Omran Daqneesh. Niño sirio que sufrió heridas en su rostro luego de que su casa fuese bombardeada en la ciudad de Alepo por la aviación militar rusa. En un video difundido por los activistas del centro de información de esa ciudad, observamos a un grupo de paramédicos trasladando al pequeño hasta una ambulancia donde será atendido. Una ambulancia donada por Alemania y manejada por personal sirio e internacional. Omran perdería esa noche a su hermana en el hospital, pero se recuperaría de sus heridas gracias a la disposición de medicinas e insumos quirúrgicos que no escasean en este frente de guerra.

¿Pueden los hospitales de Venezuela estar peor que los de Siria? Un país que está desde 2011 en guerra. Para el diputado José Manuel Olivares, esta suposición no dista de la realidad. Tras una encuesta realizada en 23 hospitales venezolanos, la organización Médicos por la Salud lanzó en su página web  (enh2016.blogspot.com) un documento con los números que evidencian el desgaste y abandono del sistema de salud pública nacional. “Ustedes comparan estos números con cualquier otro país; me atrevo hasta incluir a naciones con conflictos bélicos, y Venezuela está peor” indicó Olivares.

El primer dato que salta a la vista en el informe es el porcentaje que marca el déficit de medicamentos en el país: 76%. Para 2014 cerro en 55% y el año pasado se ubicó en 67%. Situación confirmada por centenares de reportajes y crónicas que salen a diario en nuestro país con testimonios de pacientes que buscan desde un simple antigripal hasta pastillas para la hipertensión. Por ejemplo, en las Farmapatrias -establecimientos creados por el Gobierno Nacional para la distribución de medicinas- antes de abrir sus puertas colocan a la vista del público una lista de medicamentos que estarán disponibles ese día. Hay casi 100 establecimientos de este estilo en el país, y todos aplican la misma dinámica. Las colas que se forman son comparables a las que surgen para comprar harina o pañales.

“Nisiquiera hay medicamentos para tratar la leishmaniasis. Todos los pacientes que recibo con esta enfermedad deben anotarse en una lista de espera para recibir tratamiento. Luego, los mandamos a su casa” comenta el doctor Julio Reyes, miembro de Médicos por la Salud y del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela.

Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) indicaron que Venezuela es el país que más ha retrocedido en atención primaria en los últimos cinco años.

Médicos por la Salud lo corrobora al indicar que el déficit de material quirúrgico en nuestros hospitales está en 81%, y de catéters y sondas ronda el 87%. “Todos estos datos se recogieron en pocos días. Son de primera mano porque los envían médicos y residentes que están en los hospitales consultados. Nosotros les enviamos una encuesta digital, y una vez que la llenan, los datos pasan de inmediato a nuestra plataforma que los contabiliza en tiempo real” afirmó Castro.

¿Y la nutrición?

El caso de los once neonatos que no tenían leche ni fórmulas para comer en el hospital de niños de Caracas el J.M de los Ríos, generó bastante solidaridad -y rabia- a través de las redes sociales. De este caso nacieron varias iniciativas privadas como “Comparte por una vida” para coordinar la donación de alimentos e insumos para bebés. Sin embargo, la situación en el pediátrico no ha cambiado. Las enfermeras denuncias que no reciben fórmulas de parte del Ministerio de Salud desde octubre del año pasado, y el comedor funciona irregularmente desde principios de este año.

En el informe de Médicos por la Salud se establece que los servicios de nutrición de los hospitales nacionales funcionan con fallas en un 70,97%. Esto significa que las cocinas pueden pasar tres días sin darle comida a los pacientes o pasar cerradas hasta dos días porque no tienen alimentos. Sin mencionar las fallas en su maquinaria o escasez de utensilios. “Muchos familiares tienen que sacar de sus bolsillo y comprar comida fuera de los hospitales para llevarle a sus seres queridos” comentó José Manuel Olivares.

Las cifras se redondean con un 14,52% de cocinas hospitalarias no operativas, y otro 14,52% trabajando sin problemas.

Como si comer fallo no fuera poco (en una publicación reciente del Observatorio Venezolano de la Salud se indica que menos del 40% de los venezolanos puede comer tres veces al día), los hospitales también adolecen de camas. Según la reciente memoria y cuenta del Ministerio de Salud, en Venezuela están instaladas 15 mil 230 camas hospitalarias. Y sólo están operativas 5 mil 300 (34,8%) según Médicos por la Salud.

“A esto se une que sólo un 69% de los hospitales cuentan con un servicio de agua potable estable, un 41,5% de los pabellones sirve y sólo están disponibles un 21,9% de las camas de los servicios (especialidades)” comentó el doctor Castro.

De vuelta a la malaria

Uno de los grandes logros de Venezuela durante el siglo XX fue la erradicación de la malaria y la profesionalización del parto. “Nuestro país contaba -y cuenta- con grandes investigadores médicos que lograron políticas sanitarias para luchar contra la malaria. Sin mencionar a los profesionales que sustituyeron a las matronas y llevaron la asepsia al nacimiento” rememora el doctor Gustavo Villasmil. Ex secretario de salud del estado Miranda y médico internista.

Sin embargo, actualmente, y según cifras que brindó el doctor Bernardo Guerra, miembro del partido Acción Democrática, Venezuela reportó hasta el 23 de julio de este año unos 125 mil casos de malaria. Y está a 11 mil de superar los 136 mil que registró en 2015. Guerra asegura que estos números provienen del Ministerio de Salud, y acusó a este ente de “ocultar la información”. La Red Defendamos la Epidemiología -adscrita al Observatorio Venezolano de la Salud- va más allá y dice que en el país ya sobrepasamos los 130 mil casos.

Un 80% de la enfermedad está incubada en el sur del país. Principalmente en el estado Bolívar. El resto se distribuye entre el Zulia y el oriente del país.

“Cada estado debería tener su oficina de malariología. Los medicamentos que tratan esta enfermedad se coordinan por ahí. Hasta ahora hay, pero de seguir esta tendencia, no sabemos hasta cuándo” comentó el doctor Julio Castro del Instituto de Medicina Tropical de la UCV.

El informe elaborado por Médicos por la Salud será enviado a la Asamblea Nacional. Ente que vía oficio pretende enviarlo al Ministerio de Salud. También, será entregado a la OMS y OPS. Mientras tanto, los número negativos crecen, y al final, como lo estipulan muchos médicos venezolanos en ejercicio, es el paciente quien paga los platos rotos.

FUENTE: EL ESTÍMULO

24 de agosto, 2016

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