En agosto de 2017, el Ministerio de Salud comenzó a enviar comunicados a los bancos de sangre del país para notificarles que debían tomar previsiones financieras: les advertían que tendrían que adquirir los reactivos para las pruebas serológicas de forma individual para hacer las transfusiones, porque a nivel central no había presupuesto.

La falta de distribución fue crítica en diciembre y en la actualidad de los 344 bancos de sangre del país, 105 dependientes del Ministerio de Salud y l31 del IVSS no pueden garantizar transfusiones, informó la Sociedad Venezolana de Hematología.

La única opción con la que cuentan estas instituciones es entregar un tubo de ensayo a los pacientes para que vayan a laboratorios privados a realizar las pruebas de HIV, hepatitis B, hepatitis C, mal de Chagas, sífilis y el virus linfotrópico humano para garantizar que el paciente no adquirirá una enfermedad al ser transfundido. Solo el descarte de hepatitis puede ascender a 500.000 bolívares.

Fernando Guevara, jefe del Banco de Sangre del Hospital Felipe Guevara Rojas de El Tigre, fue uno de los primeros en recibir la notificación y en denunciar el problema. Luego de la difusión del comunicado el ministerio dejó de enviar las cartas, pero tampoco llegaron los reactivos.

En los últimos cuatro meses del año pasado este banco de sangre paliaba la escasez haciendo intercambios con otros hospitales y clínicas, pero aumentó la escasez y ya no se consiguen los reactivos para examinar el VIH.

“La demanda cada vez es mayor porque hay muchas personas anémicas. El número de casos de paludismo en Anzoátegui se ha incrementado y las transfusiones de glóbulos rojos se van en tratamiento de pacientes con esta enfermedad”, agrega Guevara.

Los afectados. Maribel Meléndez, miembro de la junta directiva de la Sociedad Venezolana de Hematología, indica que los bancos de sangre solo tienen 35 días para hacer la serología a las bolsas de sangre, pues si no se realiza en ese tiempo deben ser descartadas. “Hay pacientes que llegan con 3 gramos de hemoglobina y no podemos solucionar”. Sospecha que pueden haber muerto personas por falta de transfusiones, pero aún no se conocen reportes médicos concretos ni denuncias.

“Hay un reporte de un paciente que venía de El Pao, en Barcelona, que llegó con 3 gramos de hemoglobina, se retardó la transfusión y falleció. Hemos tenido retraso en cirugías, incluso en las de emergencia se han retardado porque no hay sangre disponible. Hay pacientes con leucemia que no han podido ser transfundidos porque no hay plaquetas y se nos han complicado”, denuncia Guevara.

Hebner Mora, que padece anemia drepanocítica, es uno de los 200.000 pacientes con esta enfermedad que requieren de transfusiones de sangre recurrentes para paliar las crisis de su dolencia. Esta semana la ansiedad comenzó cuando sus hematólogos le informaron que no había reactivos para atender alguna de sus recaídas. “Nosotros podemos llegar a tener la hemoglobina en 4 en cualquier momento y es fundamental disponer de la sangre que necesitamos para vivir”, dice.

La presidente de la Asociación Venezolana para la Hemofilia, Obdulia Betancourt, señala que los pacientes hemofílicos se encuentran entre los tantos afectados de manera doble por la crisis. Como desde hace un año hay escasez de los factores de coagulación que los mantienen con vida, habían tomado la decisión de volver a la transfusión de plaquetas, pero ahora también se ven obligados a descartar esta opción.

Publicado por El Nacional
22-01-2018

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