Aunque los centros de salud están en condiciones deplorables, experto asegura que hay el recurso humano para atender, en una primera fase, a la población que está en riesgo inminente de morir y a los niños, mujeres embarazadas y adultos mayores afectados por desnutrición. La ayuda humanitaria gestionada por la AN sería de mayor alcance si Naciones Unidas activa el protocolo respectivo.
“Tenemos que tener claro que la ayuda humanitaria llegará a unos hospitales cuya estructura está muy mal, con deficiencia en los servicios, pero con un personal humano que tiene una conciencia clara de cuál es su deber ante el país”. Así lo afirma Jaime Lorenzo, médico cirujano y director de Médicos Unidos de Venezuela.
Para Lorenzo, ante el deficiente estado en el que se encuentran los centros de salud, “la fortaleza del hospital es el recurso humano que está dentro y que va a dar la respuesta que se necesita en este momento”.
El gremio médico padece las consecuencias del fenómeno migratorio. La Asociación de Médicos Venezolanos en España (Amevesp) calcula que en el país europeo hay cerca de 5000 médicos venezolanos.
“La poca gente que nos queda tiene un claro concepto de lo que es su labor y el sacrificio que está haciendo por las generaciones futuras. Los que están van a responder, y los colegas jubilados, que en un momento dado dieron lo mejor de sí, están dispuestos a regresar a sus centros para cubrir con sus conocimientos y experiencia la deficiencia que existe”, asegura Lorenzo.
La ayuda humanitaria se desarrollará por fases. “En su primera fase buscará evitar que los pacientes en peligro de muerte fallezcan. No podemos esperar tener los hospitales como una tacita de plata. Debemos atenderlos en las condiciones que tenemos, a riesgo de que el hospital se quede sin luz, o que su planta eléctrica no funcione o que se quede sin agua”.
Para el profesional de la salud, “habrá que buscar mecanismos, bajo un plan estratégico lógico, para responder a la situación que se presente durante la asistencia. Hoy, ante una situación inédita para Venezuela, nos toca responder también de manera inédita”.
La Encuesta Nacional de Hospitales 2018 evidencia la crítica situación en la que se encuentran los hospitales venezolanos. Ella revela que la inoperancia o intermitencia de equipos, servicios e insumos en los centros de salud del país es muy alta.
El panorama lo complementa la ola de protestas que llevan a cabo pacientes, familiares de pacientes, profesionales de la salud y obreros que denuncian condiciones de trabajo indignas, amedrentamiento, incompetencia de autoridades hospitalarias y alimentación deficiente.
Con información de Crónica Uno