La pandemia del coronavirus llega a Venezuela con un sistema de salud en crisis, con escasez de insumos, personal, y, por supuesto, de camas. Según el Global Health Security Index 2019, Venezuela es uno de los tres países de la región con menos camas hospitalarias: solo 80 por cada 100.000 personas. 

Nicolás Maduro anunció que el total de camas de hospitalización habilitadas para la contigencia era de 23.762. Si sacamos la nueva cuenta, calculando una población de 30 millones de personas, el resultado baja: 79 camas por cada 100.000 personas. 

Es decir, por cada 1.000 habitantes hay 0,8 camas de hospitalización en el país. Muy por debajo de la cifra de 2,7 recomendada por el Banco Mundial. 

Pero incluso esta cifra es dudosa: el 15 de marzo Jorge Rodríguez dijo que en los Centros de Diagnóstico Integral se estaban habilitando 4.800 camas. Apenas tres días después, el 18 de marzo, Maduro se refirió a las camas de los CDI, pero dijo que eran 4.500. Cuatro días después, el 22 de marzo, dijo que las camas habilitadas eran 4.200. 

Además, la cifra de 23.762 incluye 4.000 camas de hoteles habilitadas para tratar a pacientes con sintomatología leve, pero no especificaron cuáles son los hoteles ni dónde están ubicados. 

El panorama de camas de cuidado intensivo es peor: según cifras oficiales, solo hay 1.213 camas en todo el país, y no especifican si tienen o no respiradores, necesarios para tratar a los pacientes graves de COVID-19. La subsecretaria de Estado norteamericana para Cuba y Venezuela, Carrie Filipetti, dijo que en el país hay apenas 84 unidades de terapia intensiva.  

Realidad de los hospitales

De los 46 hospitales centinela para el tratamiento de COVID-19 que instauró el gobierno, 17 participan en la Encuesta Nacional de Hospitales hecha por la Asamblea Nacional. Todos tienen más de 30% de desabastecimiento. 

Según una encuesta a 58 centros de salud, hecha por la Intersectorial de Trabajadores de Venezuela (ITV), no hay protección para los trabajadores de salud. En el área de cuidados intensivos, el 53% de los hospitales no tiene guantes de protección y el 55% no tiene mascarillas. 84% de los centros tienen que reutilizar las mascarillas para poder trabajar.

Tampoco hay cifras oficiales de máquinas para hacer pruebas. El gobierno habla de 50.000 kits de pruebas que llegaron en el mismo envío desde China, y, según un informe de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha), el total de kits es de 52.000.

El mismo informe indica que entre el 13 y el 31 de marzo, en Venezuela se hicieron 1.779 pruebas, lo que se contradice con cifras del gobierno: Jorge Rodríguez dijo que, solo el domingo 29 de marzo, se hicieron más de 3.000 pruebas. 

Aunque no se sabe cuántos equipos de equipos llegaron, Nicolás Maduro ofreció dos a Colombia. “Vamos a hacer una cosa: con las máquinas que van a llegar del envío próximo de China, vamos a enviar a Colombia dos máquinas para hacer exámenes al pueblo de Colombia“, al decir que en ese país hay una sola, que además tuvo que ser reparada. 

Sin embargo, el Instituto Nacional de Salud colombiano, en su última actualización de cifras, dijo que tiene capacidad de hacer 1.600 pruebas diarias con diferentes equipos. Una máquina de extracción de ácido nucleico sí se averió el pasado 26 de marzo, pero el 28 de marzo pasado volvió a estar operativa. Solo esa máquina procesa 100 muestras en una hora y 15 minutos. 

Colombia, con 49 millones de personas, tiene 84.556 camas hospitalarias, es decir, 150 por cada 100.000 habitantes. Casi el doble de lo que tiene Venezuela. En cuidados intensivos también es superior: 13.572 en el país. Es decir, más de 12.500 camas más de las que tiene Venezuela.

Con información de Efecto Cocuyo

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