Pablo Zambrano, dirigente sindical y secretario ejecutivo de Federación de Trabajadores de la Salud (Fetrasalud), dijo que hablaron con el ingeniero a cargo de las obras de recuperación del servicio eléctrico del hospital Leopoldo Manrique Terrero de Coche y, al parecer, el Ministerio de Salud no termina de girar todo el presupuesto necesario para la rehabilitación del sistema de energía.
Zambrano contó que el ingeniero —cuyo nombre se reservó— le informó que la compañía ha puesto dinero propio esperando por el presupuesto gubernamental, pero eso no es garantía del avance de las obras, que van a paso de morrocoy.
Algunos cables y cajetines se han introducido al sótano del puesto asistencial. Eso es lo que han visto los trabajadores hasta la fecha, quienes —a dos meses de la explosión de un transformador— se mantienen en el estacionamiento del edificio cumpliendo con el horario de ley.
Más allá de eso no se ven avances. Hay pisos enteros completamente a oscuras y especialidades como Neurocirugía, Pediatría, Cirugía y Traumatología —la estrella de la casa— están cesantes. Los médicos residentes no pueden continuar sus estudios al estar inoperativos los servicios.
Corrupción en el Clínico
En conflicto también están los trabajadores del Hospital Clínico Universitario, donde fue intervenido el Departamento de Recursos Humanos, de acuerdo con lo informado por Ismael Ocanto, secretario general de Hospitales y Clínicas y del Frente Balmore Rodríguez.
Esa intervención ocurrió luego de que los empleados destaparan la olla de corrupción por la presunta desviación de dinero. “Ya sacaron a la jefa de Recursos Humanos y a otros directivos, pero continúa el director Alvarado en su cargo. Y lo que se está pidiendo es que si se va a depurar la directiva, salgan todos”.
El dinero estafado suma más de 300 millones de bolívares, que eran para cancelar bonos, prestaciones, fiesta de los trabajadores.
En la protesta que realizaron este lunes denunciaron que a los trabajadores les pagaron un bono cercano a los 3000 bolívares soberanos, mientras que a los jefes les giraron montos por encima de los 40.000 bolívares.
Tampoco cancelaron el bono lacteado, que es una especie de beneficio que le dan a los que se encuentran en áreas críticas de servicios.
En consecuencia, dijo Ocando, el personal está en paro y solo atendiendo las emergencias.
La salud, planteó Zambrano al final de la jornada, seguirá defendiendo su lucha en la calle.
Con información de Crónica Uno