Los principales hospitales de Venezuela solo cuentan con dos quirófanos operativos en promedio, una disminución del nivel con el que contaban tres años atrás, reveló el boletín de abril de la Encuesta Nacional de Hospitales (ENH).
Según el monitoreo realizado por la organización no gubernamental Médicos por la Salud, divulgado este 3 mayo, para el año 2019 había un promedio de cuatro quirófanos operativos por hospital, mientras que en el 2022 el promedio es de dos, lo que significa que la operatividad se redujo a la mitad.
«Los hospitales más grandes tienen apenas dos quirófanos para atender a todos los pacientes que requieren una intervención quirúrgica y si a esto le sumamos el desabastecimiento de insumos de quirófano, que para principios del año 2022 era de 70 %, estamos frente a una situación de una gravedad importante en cuanto a la capacidad quirúrgica de nuestros hospitales», destaca el boletín.
La limitada capacidad se traduce en la reducción de la cantidad de pacientes que efectivamente pueden operarse, quienes deben pasar meses en listas de espera para lograr un turno.
En el peor de los casos, implica la muerte de los pacientes que necesitaban una intervención de urgencia y no tuvieron acceso debido a la escasa cantidad de quirófanos operativos en los hospitales de Venezuela.
«En estas listas podemos encontrar pacientes con todo tipo de condiciones incluso aquellos pacientes oncológicos, cuyo diagnóstico completo depende de una intervención quirúrgica. Para estos pacientes en particular, estar en una lista de espera para entrar a un quirófano significa retrasar su diagnóstico y por lo tanto, retrasar también su tratamiento», añade la organización en el informe.
Menos personal
El informe, igualmente, hace referencia al personal médico y de enfermería presente en las áreas de emergencia. En promedio, en el turno diurno hay 14 enfermeras y enfermeros. En referencia a los médicos, en 2020 había 13 profesionales, mientras que para 2022 hay 12.
De acuerdo con el reporte, en el turno nocturno hay menos especialistas en comparación con residentes y personal de enfermería. Los médicos residentes y especialistas, sin embargo, registraron un descenso entre 2020 y 2022 en el turno diurno, pues muchos renunciaron ante la falta de equipos de protección personal, bajos sueldos y falta de seguridad.
«El personal del sector de la salud pública tiene muy pocos incentivos para ejercer en ese entorno y sumado al contexto COVID-19 no debería sorprender que, en estos años en particular, los médicos, tanto los residentes como los especialistas, hayan abandonado estos espacios», se lee en el informe.
Número de camas
Otro de los elementos destacados en el boletín es el número de camas operativas en las emergencias por hospital. Para 2019 el promedio era de 38 camas, número que se redujo a 35 entre 2020 y 2021, los años que registraron fases agudas de la pandemia.
Para inicios del 2022, el nivel se equiparó al registrado en 2019: hay 38 camas de emergencia disponibles por hospital.
«En retrospectiva entendemos por qué durante tanto tiempo no había camas disponibles para atender al grandísimo flujo de pacientes que generó el coronavirus», resalta el boletín. «Las razones de por qué varía la existencia de camas en emergencia pueden ser varias, desde las malas condiciones de la camilla como tal, hasta falta de personal o insumos para poder atender al paciente».
Un factor adicional que incide en la cantidad de camas es la disminución del espacio físico destinado a la atención de pacientes, pues algunas zonas son cerradas por filtraciones u otros problemas de infraestructura. Ante esa situación, los pacientes deben ser atendidos en sillas de espera e incluso algunas mujeres han dado a luz a las afueras de los hospitales.
Con información de Efecto Cocuyo