Los sacerdotes y diáconos de la Diócesis de Ciudad Guayana se han dirigido en un sentido comunicado al pueblo guayacitano “que peregrina en nuestra amada tierra y a todas las personas de buena voluntad” para manifestar un profundo rechazo a cualquier expresión de violencia y al estado de vulnerabilidad en la que se encuentra la población civil que protesta frente a las fuerzas represoras gubernamentales.
La Diócesis de Ciudad Guayana hace suyas las palabras del beato monseñor Oscar Arnulfo Romero: “En nombre de Dios y de este sufrido pueblo les ruego, les suplico, les ordeno que cese la represión”.
En un manifiesto titulado No podemos callar, el cual leerán en todas las iglesias de la Diócesis este domingo, deploran la violencia de varias instituciones policiales contra la población pacífica.
A tono con la posición de la Conferencia Episcopal Venezolana que ha dicho de forma muy clara que Venezuela lo que necesita es que se respete la Constitución, la Iglesia guayacitana considera “que una forma privilegiada e indispensable de concretar su ejercicio democrático es el camino electoral, según lo prevé la Constitución Nacional. Esta consulta electoral no puede ser la llamada Constituyente porque éste es un proceso viciado desde su convocatoria. Debemos ir a elecciones generales cuanto antes”.
Asimismo se hacen eco de la carta del secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, quien exige el cumplimiento de cuatro puntos incumplidos en el más reciente proceso de diálogo: apertura del canal humanitario, liberación de presos y detenidos políticos, pleno reconocimiento de la Asamblea Nacional y vía electoral para saldar las diferencias.
La Iglesia rechaza categóricamente el asesinato por parte de la GNB de hermanos venezolanos en las protestas ciudadanas. “Estamos especialmente dolidos por el homicidio del joven guayanés Augusto Puga“, el estudiante que recibió un impacto de bala en el cráneo cuando manifestaba en el Decanato de la UDO en Ciudad Bolívar.
También calificó de abuso continuado los allanamientos de viviendas en las residencias Villa Latina y Los Olivos en Puerto Ordaz, la noche del jueves 25 de mayo, en los cuales se registraron maltrato y detenciones arbitrarias.
Ante el complejo panorama político, sin dejar a un lado el agravamiento de los derechos sociales, la Diócesis de Ciudad Guayana ha instruido para que en todos los templos y movimientos se refuerce la oración y, en particular, los días sábado habrá una jornada especial para pedir por una resolución pacífica y democrática a la crisis nacional.
La Iglesia también apela a la solidaridad con las víctimas de las violaciones de los derechos humanos y en ese sentido convocan a una misa por el alma de Augusto Puga el sábado 3 de junio a las 10 de la mañana en la Parroquia San Buenaventura de El Roble, en San Félix.
Por último, la Iglesia invita a la caminata de la esperanza el sábado 3 de junio. La misma consistirá en caminar desde distintos lugares de la ciudad hasta la Parroquia San Buenaventura donde se celebrará la eucaristía por los caídos en la lucha por la democracia.
“Es una caminata de fe y solidaridad, a la que invitamos a ir vestidos de blanco y en la que está absolutamente prohibido cualquier signo o mensaje partidista”.
A continuación reproducimos el texto íntegro del manifiesto
No podemos callar
Ante las continuas violaciones a los Derechos Humanos que estamos padeciendo en nuestra nación y región. Deploramos la violencia de varias instituciones policiales contra la población pacífica.
Los Presbíteros y Diáconos de la Diócesis de Ciudad Guayana a todo el Pueblo de Dios que peregrina en nuestra amada tierra, nos dirigimos a todos nuestros hermanos en la fe y a todas las personas de buena voluntad para manifestar que: NO PODEMOS CALLAR.
Ante las continuas violaciones a los Derechos Humanos que estamos padeciendo en nuestra nación y región. Deploramos la violencia de varias instituciones policiales contra la población pacífica. Una de las últimas manifestaciones de este abuso continuado se produjo la madrugada del viernes 26 de mayo con el allanamiento de viviendas de Puerto Ordaz, llegando al maltrato y hasta la detención ilegal.
Rechazamos categóricamente el asesinato por parte de la GNB de hermanos venezolanos en las protestas ciudadanas. Estamos especialmente dolidos por el homicidio del joven guayanés Augusto Puga, a cuya familia y compañeros volvemos a manifestar -ahora públicamente- nuestro dolor y solidaridad.
Denunciamos el deterioro progresivo de la situación general de Venezuela, cuyo rostro más visible es el aumento de los homicidios y del hambre. Según Cáritas, el 11% de los niños venezolanos sufre de desnutrición severa.
Por eso mostramos nuestra solidaridad con el pueblo que sufre y que desea cambiar cuanto antes esta realidad. Consideramos que el mejor camino para esta transformación es el que proponen nuestros obispos en su última exhortación colectiva, en la que nos indican los siguientes llamados y respuestas urgentes:
1. Animamos al pueblo a seguir expresando sus opiniones de manera pacífica. Es urgente que superemos la tentación de solucionar nuestros problemas movidos por el odio y la retaliación. Por el contrario, todos debemos favorecer el encuentro, el debate de ideas y la búsqueda de propuestas que puedan animar el cambio del país.
2. El pueblo es el verdadero sujeto social de la democracia. Creemos que una forma privilegiada e indispensable de concretar su ejercicio democrático es el camino electoral, según lo prevé la Constitución Nacional. Esta consulta electoral no puede ser la llamada Constituyente porque éste es un proceso viciado desde su convocatoria. Debemos ir a elecciones generales cuanto antes.
3. Es necesario que el Gobierno reconozca y acepte los cuatro puntos expresados en la carta del secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin: apertura del canal humanitario, liberación de presos y detenidos políticos, pleno reconocimiento de la Asamblea Nacional y vía electoral para saldar las diferencias. De esta manera dará señales favorables para atender a las serias necesidades del pueblo.
4. Los miembros de los diversos componentes de la Fuerza Armada y de la Policía deben ser defensores y garantes del cumplimiento de la Constitución y, por vocación, tienen que garantizar, por encima de todo, la paz y la sana convivencia del pueblo venezolano, al cual pertenecen. Apelamos a la conciencia de quienes las dirigen ante las numerosas muertes de ciudadanos causadas por abusos de autoridad en acciones represivas. La responsabilidad moral de los actos que desembocan en violencia, heridos y muertes recae sobre quienes las ejecutan, así como también sobre quienes las ordenan o permiten. Adquiere actualidad en nuestro país el pronunciamiento del mártir de América, beato Oscar Romero: “En nombre de Dios y de este sufrido pueblo les ruego, les suplico, les ordeno que cese la represión”. Teniendo en cuenta los criterios de nuestros obispos, los presbíteros y diáconos de Guayana proponemos las siguientes acciones concretas para convocar al pueblo de Dios, a nuestros fieles laicos, religiosas y religiosos, instituciones educativas católicas, seminaristas, hombres y mujeres de buena voluntad:
■ Oración. Dice el apóstol a Timoteo: “Pelea el buen combate de la fe” (1 Tim. 6,12), este combate es ante todo espiritual y moral; por eso, nuestra principal aportación y fuerza es y debe seguir siendo la oración. Pedimos a todas las Parroquias, Vicarías y Movimientos que a partir del 3 de junio todos los sábados haya Adoración Eucarística Perpetua. Oremos con María, Inmaculada Concepción del Caroní, y con nuestro patrón San Félix de Cantalicio por la justicia y la paz.
■ Solidaridad con las víctimas de las violaciones de los Derechos Humanos. Debemos estar cerca de los que están sufriendo. De hecho, entre nosotros ya hay múltiples gestos silenciosos de cercanía al que padece. Para seguir creciendo en esta actitud evangélica, queremos celebrar una Eucaristía con los vecinos que han sido violentados por los allanamientos y detenciones ilegales. También convocamos a todos los diocesanos y personas de buena voluntad a una Eucaristía por el alma de Augusto Puga el sábado 3 de junio a las 10 de la mañana en la Parroquia San Buenaventura de El Roble.
■ Caminata de la esperanza. Todas las Parroquias, Vicarías, Movimientos, Colegios y demás instituciones católicas de Guayana están convocados a realizar este acto evangélico y evangelizador el sábado 3 de junio, víspera de Pentecostés y que consistirá en caminar desde distintos lugares de la ciudad para encontrarnos todos en la Parroquia San Buenaventura de San Félix, donde concluiremos con la santa misa a las 10:00 de la mañana. Queremos expresar con esta acción que la Iglesia realmente vive “los gozos y esperanzas, las tristezas y las angustias” (GS. 1) de los guayacitanos; por eso, nos vamos a encontrar de todos los puntos de la Diócesis y nos uniremos en la Mesa del Señor para que Él nos aliente su Espíritu de fortaleza y consuelo. Es una caminata de fe y solidaridad, a la que invitamos a ir vestidos de blanco y en la que está absolutamente prohibido cualquier signo o mensaje partidista.
Caminaremos en oración y con frases referentes a la justicia, a la paz y al respeto a los Derechos Humanos, como la del beato monseñor Romero arriba mencionada. Les esperamos a todos. Tengamos esperanza en que -desde la unión y la fe- sí podemos transformar la terrible realidad que estamos padeciendo y construir el Reinado de Dios.
Presbíteros y diáconos de Ciudad Guayana
28 de mayo de 2017, Fiesta de la Ascensión del Señor
Fuente: Correo del Caroní
Fecha: 29 de mayo de 2017