El pollo dejó de ser hace tiempo, una de las proteínas accesibles para el consumo de la familia venezolana, ya que los ingresos resultan limitados para adquirir este alimento que semana a semana aumenta su precio, junto a la carne de res y el pescado.
Se ha vuelto impagable. Tanto en los mercados municipales como en los supermercados, cortes como el muslo y la pechuga se encuentran por encima de los 3.000.000 de bolívares y en algunos casos hacia los 5.000.000 de bolívares.
En la última semana, el valor del kilo de muslos en algunas cadenas de supermercados, sufrió un incremento de más de 132%, al pasar de 1.890.000 bolívares a 4.390.000 bolívares en solo 5 días. Cortes que resultaban más accesibles al bolsillo de los venezolanos como las “alitas”, están desde hace rato ajustadas a los mismos precios del muslo.
De acuerdo con los registros llevados, en el mes de abril de 2018, el kilo de muslos estaba en 545.000 bolívares en la misma cadena de supermercados, lo que representa un aumento en el precio de más de 700% en solo dos meses.
Con información de Descifrado