Mientras Nicolás Maduro celebraba, los enfrentamientos continuaban en las calles.

Dos caras de la crisis venezolana coincidieron durante la jornada de este miércoles, que dejó un joven de 17 años muerto tras los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes en Caracas.

Por un lado, la del oficialismo, que presentó ante el Poder Electoral del país el decreto que convoca a una Asamblea Constituyente. Por el otro, la escena que se repite en las calles desde hace un mes: gases lacrimógenos, calles cerradas y enfrentamientos entre manifestantes opositores y autoridades del país vecino

Camiones blindados, militares y policías reprimieron la protesta en la principal calle de Caracas, la autopista Francisco Fajardo. Del otro lado, jóvenes, algunos encapuchados, enfrentaron con piedras y quema de barricadas. Al este de Caracas, un joven se prendió fuego cuando otro fue arrollado por una tanqueta. El reporte preliminar habla de 300 heridos.

Mientras tanto, en el centro de la ciudad, Maduro encabezó un acto frente a sus seguidores en el que entregó al Consejo Nacional Electoral el decreto mencionado.

“Convoco a una Asamblea Nacional Constituyente ciudadana y de profunda participación popular para que nuestro pueblo, como depositario del poder constituyente originario, con su voz pueda decidir el destino de la patria”, dijo Maduro.

Más allá de las palabras de Maduro, que viene repitiendo durante los últimos días frente a la que podría ser su última carta política, las redes reaccionaron por la manera jocosa y de celebración como se presentó durante el evento, en el que incluso bailó mientras sostenía sobre su cabeza una decoración floral en forma de cruz.

Tras la jornada de este miércoles, son ya 32 víctimas mortales las que dejan las protestas en Venezuela, marcadas por una decisión del Tribunal Superior de Justicia –conocida como ‘madurazo’– de asumir las funciones de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, así como por el retraso indefinido de las elecciones regionales y locales y la permanencia en prisión de varios líderes de los países opositores.

Maduro bailando, mientras las protestas arrecian en la vía pública, con saldos lamentables de vidas humanas y ninguna promesa cercana de reducir su tensión, son el reflejo de un país profundamente dividido.

Con información de: El Tiempo

Fecha: 4 de mayo de 2017

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