Gonzalo ya no recuerda cuándo fue la última vez que se puso los guantes. Hasta los lentes los tiene engavetados. Solo se pone el casco al entrar a la planta, y lo hace por pura costumbre. Las líneas están apagadas porque no hay tintas, pigmentos ni reactivos. Las labores se limitan a mantenimiento constante mientras se espera que el Ejecutivo pague lo necesario a los proveedores de materia prima.
Así está la mayoría de la industria de las artes gráficas en Carabobo: en cierre técnico. Se trata de un trabajo a pérdida que los empresarios han asumido para evitar detener definitivamente sus operaciones y agregar números a las cifras crecientes de desempleo en el país.
Una situación similar se vive en las empresas que fabrican productos metalmecánicos. Con la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) paralizada el suministro de insumos está en cero. «Es una situación sumamente preocupante», alertó el presidente de la Cámara de Pequeños y Medianos Industriales y Artesanos del Estado Carabobo (Capemiac), Jonatan Aldana.
La crisis es profunda. El gremio realiza un estudio detallado de la realidad actual de sus 641 agremiados. El martes 17 de mayo se instaló la mesa de trabajo de los sectores de manufactura, electricidad y artes gráficas; el jueves 19 fue el turno de metalmecánica, calzado y maderas y construcción. Los análisis continuarán el 24 de mayo de mayo con la industria del plástico, químicos y alimentos y el jueves 26 culminará el estudio con el área de servicios.
El primer balance es que las empresas ligadas a las artes gráficas y la metalmecánica están en condición crítica, y los sondeos previos al resto de los sectores indican que la producción de alimentos y plásticos está a baja capacidad.
Aldana detalló que se elaborará un documento con exposición de todos los problemas y dificultades de los pequeños y medianos industriales de la entidad, que será entregado a todas las instituciones públicas y privadas regionales y nacionales.
Un problema más
Desde que iniciaron de manera informal, los cortes eléctricos han sido un problema para las empresas. La interrupción de los pocos procesos productivos que aún se ejecutan ha sido la agudización de la crisis.
El presidente de Capemiac aseguró que la modificación del Plan de Administración de Carga anunciado «con bombos y platillos» solo representa un obstáculo más para la actividad industrial. «Ahora, aunque son menos horas de racionamientos, se incluyen bloques que antes no estaban y se ve perjudicada al 100% la jornada manufacturera». Eso no se tomó en cuenta porque para la elaboración del cronograma de cortes no se convocó a los sectores empresariales.
Aldana cuestionó que en los números que dio recientemente el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, se incluya como ahorro energético solo el cambio del huso horario, los viernes sin actividad escolar y los días no laborables del sector público. «Eso quiere decir que los racionamientos no han contribuido en nada y que cuando deje de llover la crisis volverá porque no se han hecho los trabajos necesarios para optimizar la generación térmica e hidroeléctrica».
FUENTE: EL CARABOBEÑO