Nueve meses después de que se diagnosticara al primer paciente venezolano con COVID-19, la industria nacional también exhibe las huellas de la pandemia. El gremio de los industriales reveló que se vieron forzados a cerrar líneas de producción, a recortar personal y a endeudarse para mantenerse operativos en esta etapa.

“A pesar de la debacle económica y la poca solidaridad que ha habido hacia el sector industrial en términos de medidas económicas, que solamente un 15% de las industrias haya disminuido (su plantilla de trabajadores). Eso es digno de respetar” explicó Adán Celis, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), durante la presentación de la “Encuesta Coyuntura Industrial del Tercer Trimestre 2020” a través de YouTube.

En concreto, 29% de las industrias encuestadas admitió que tuvo que cerrar líneas de producción y otro 15% recurrió a la disminución de personal como dos fórmulas para hacerle frente a la pandemia del COVID-19. Mientras que 1 de cada 10 de las industrias encuestadas tuvo que pedir un financiamiento, en su mayoría a través de la Bolsa de Valores de Caracas, para hacerle frente a sus compromisos económicos.

Pequeñas industrias más afectadas

Las 56 industrias venezolanas que participaron en la encuesta coincidieron en que los efectos de la emergencia por el nuevo coronavirus no fueron iguales para todos.

Las pequeñas industrias, por ejemplo, fueron quienes más recurrieron a la disminución de su plantilla de trabajadores (20%) para hacerle frente a la situación. Esto vinculado a que la producción en esta clase de empresas experimentó una disminución de 47% entre julio y septiembre de 2020, en comparación con el mismo período del año pasado.

Las diferencias se ven también si se revisan los niveles de producción. Aquellas industrias dedicadas a los alimentos y bebidas utilizaron 36,9% de su capacidad instalada y son los líderes en producción el país. Mientras que otras empresas enfocadas en la producción de equipos eléctricos, informática y de óptica apenas usaron 9% de toda su capacidad instalada.

Si se consideran todos los tamaños y todos los sectores, el promedio de la industria venezolana quedó en 22,2% de la capacidad de producción instalada durante el tercer trimestre de este año. Esto no solo habla de lo poco que se produce en Venezuela, sino también de la caída de 33 trimestres consecutivos en los niveles de producción, de acuerdo a la estadística que lleva Conindustria.

Menos pedidos 

Las industrias venezolanas se vieron perjudicadas durante estos nueve meses de pandemia por las fallas constantes de electricidad, agua y de dotación de combustibles. No solo se trató de la gasolina para el traslado de las mercancías producidas, sino que el gas natural también comenzó a escasear para el sector manufacturero nacional, que lo utiliza para poner en funcionamiento los hornos de producción y, en algunos casos, para los montacargas.

La preocupación principal para los industriales, sin embargo, está atada a una caída en el consumo en el país y que está vinculada más con la hiperinflación que con la propia pandemia del nuevo coronavirus. Más de la mitad de los encuestados (66%) presentaron una disminución en su cartera de pedidos entre julio y septiembre pasados. Esto se traduce en que 7 de cada 10 industrias venezolanas calculan que apenas tienen trabajo asegurado para los próximos dos meses.

“Queremos pasar de la sobrevivencia a la reactivación. Eso es lo que arranca un país (…) Los países que tienen sectores industriales fuertes son los que logran un desarrollo” argumentó Celis, en representación de un gremio que todavía desconoce cómo será el esquema de producción nacional a implementarse a partir de enero 2021.

Con información de Efecto Cocuyo

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