Como una «burla» definen los trabajadores el monto actual del cestaticket, pues ellos aseguran que con los pírricos 200 mil bolívares sólo logran resolver una cena, y el resto del mes les toca hacer de tripas corazón para sobrevivir ante el alto costo de los productos de la canasta básica.
Gladys Córdova comentó que le toca caminar muchísimo buscando ofertas para poder rendir los 200 mil bolívares correspondientes a su bono de alimentación, pero con tristeza admite que sólo le alcanzan para adquirir una harina artesanal, un suero de bolsa y medio kilo de pasta. «Tres productos cuando mucho es lo que puedo comprar. Con dificultad compro para una cena o para un desayuno, pero el resto del mes se come con lo que uno se rebusque, porque el cestaticket perdió valor desde hace años», añadió Córdova.
Los guaros recalcaron que el cestaticket debe estar promediado por lo menos a la mitad del precio actual de la canasta básica, pues la inflación pulveriza su poder adquisitivo y ni para comprarse una crema para el cuerpo les alcanza, pues una harina de maíz está por encima de los Bs. 80 mil, una pasta supera los Bs. 100 mil, mientras que un kilo de carne ronda los Bs. 200 mil.
«Hace cuatro años el bono de alimentación me alcanzaba para comprar comida y me quedaba un remanente para arreglarme el cabello o las uñas. Ahora no puedo hacer ninguna porque una harina PAN ya la están vendiendo en 100 mil», expresó Sandra Silva.
Juan Arroyo, después de recorrer el centro en busca de ofertas, solo logró comprar tres productos con 200 mil bolívares, comenta que tuvo que hacer un gran recorrido y que el dinero le alcanzó porque pagó en efectivo. «Un arroz, una pasta y una azúcar, fue lo que logré comprar con 200 mil en efectivo», aseveró.
Con información de La Prensa de Lara.