Miles de empresas -locales y transnacionales- están cerrando sus puertas o reduciendo sus nóminas en todo el país que, a pesar de sus vastas riquezas petroleras, sufre una recesión profunda y una inflación de tres dígitos que devora los salarios.
Según estimaciones de Consecomercio, el mayor gremio que agrupa a los minoristas privados, en el último año y medio se ha perdido cerca de un millón de empleos privados.
“El problema es ¿quién está creando empleos? ¡Nadie! Ni el Estado”, dijo Alfonso Riera, vicepresidente del grupo. “Y esa población desempleada, lamentablemente está migrando a la calle, al trabajo informal o peor”.
El Gobierno venezolano no reporta cifras oficiales de desocupación desde abril de 2016, cuando la tasa se ubicó en un 7,3 por ciento. Tampoco informa, desde hace un año, la tasa de inflación ni el PIB, haciéndose cada vez más hermético.
Una encuesta conducida a fines de ese año por las tres principales universidades del país coincidió en que la tasa de desempleo al cierre del 2016 se mantuvo en ese nivel.
Pero el estudio, denominado Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), destacó que tras la aparente estabilidad, se revelaba un espejismo estadístico: la mayoría de los encuestados, un 38 por ciento, dijo que trabajaba “por cuenta propia”.
Esto puede significar ocupaciones que van desde revender productos alimenticios y medicinas escasas, ejercer una profesión por honorarios, o tener oficios intermitentes con contratos verbales y ningún beneficio social como seguro o bonificaciones alimentarias.
Apenas un 27 por ciento dijo que tenía un trabajo en el sector privado, frente al 32 por ciento en el 2015. El sector público se mantuvo en un 28 por ciento.
“El salario no alcanza”
Economistas críticos de Maduro explican que tras casi dos décadas de expropiaciones, malversación y controles de cambio y precios, el aparato productivo local está despedazado. Las empresas dependen de las escasas divisas estatales para importar materia prima y producir.
En el último año la crisis ha empezado a mostrar una cara más cruda: un 93 por ciento de los encuestados por Encovi dijo que su ingreso no era suficiente para comprar comida. El estudio también encontró que 50 por ciento de los pobres son recientes.
El Ministerio de Información no contestó a una solicitud de comentarios y datos estadísticos hecha por Reuters.
Gilberto Troya, vocero de Sutrautomotriz, una asociación que agrupa a trabajadores de ensambladoras, concesionarios y ventas de repuestos del central estado Carabobo, dijo que proyectan que un 40 por ciento de la masa laboral de la principal entidad industrial estará desempleada a finales de 2017.
“La producción ha caído demasiado. Los trabajadores que se mantienen están haciendo unos 4.000 bolívares semanales: eso no les alcanza ni para comprar un paquete de harina”, se lamentó Jhonny Magdaleno, líder de uno de los sindicatos de Polar.
Jesús Peña vende frutas en Chacao
Buhoneros en Petare
Jose Guillén vendedor de frutas
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Con información de: Reuters / La Patilla
Fecha: 03 de marzo de 2017