A pesar de que no se cuenta con cifras oficiales, ante el silencio guardado por el Ministerio de Salud, la crisis del sector se acentúa. Once organizaciones no gubernamentales denunciaron en un reporte la “Emergencia Humanitaria Compleja en Venezuela“, que ha menoscabado el derecho a la salud.

El informe fue realizado por Codevida, Acción Solidaria, Asociación Venezolana para la Hemofilia, Convite, Prepara Familia, Senos Ayuda, Provea, Médicos Unidos de Venezuela, Defiende Venezuela, Centro de Justicia y Paz y el Observatorio Venezolano de la Salud. En el documento señalaron que 60% de la asistencia médica decayó entre 2012 y 2017.

Desde 2016, las 300 mil personas con condiciones graves, como la hemofilia, cáncer, parkinson, esclerosis y trasplantados, no tienen acceso a los medicamentos de alto costo, que requieren de por vida. Las farmacias de alto costo del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss), no suministran los fármacos con regularidad por los recortes de importaciones.

En el reporte se detalla que hasta 2018 han fallecido 12 pacientes trasplantados y 96, de las 3 mil personas que se encuentran en esta condición, han sufrido rechazo de órgano como consecuencia de la ausencia de inmunosupresores.

De los 5 mil pacientes con hemofilia, 43 fallecieron en este lapso y 270 se encuentran en riesgo, por la falta de factores de coagulación, para prevenir el sangrado y la artropatía hemofílica.

Además, precisaron las ONG que las 140 mil personas con cáncer, a quienes no se le garantiza quimioterapias y las más de 300 mil con condiciones cardíacas severas, han visto reducidas sus posibilidades de sobrevivir por ausencia de diagnóstico, tratamiento y cirugías.

Así mismo, de 25 unidades de radioterapia, solo operan cuatro en el país; las cirugías disminuyeron 50%, y además tampoco se cuenta con mamógrafos ni tomógrafos, según la Alianza Venezolana para la Salud.

En el informe sobre la “Emergencia Humanitaria Compleja” también denuncian que 2 mil 500 pacientes renales, de 15 mil que se dializan, fallecieron entre 2017 y 2018 por las fallas, contaminación, déficit y cierre de las unidades de diálisis. Este tratamiento se convirtió en la única opción de sobrevivencia, dado que el programa de trasplante de órganos está paralizado desde en junio de 2017.

Con información de Efecto Cocuyo

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