“Una ciudad sustentable se autogestiona. En una ciudad sustentable sus habitantes no tienen hambre. Una ciudad sustentable comienza por ser gobernable, porque donde hay gobernabilidad todo funciona. No hay sustentabilidad sin gobernabilidad”. Así se expresó Zulma Bolívar, presidente del Instituto Metropolitano de Urbanismo de la Alcaldía del Área Metropolitana de Caracas, durante su intervención en el foro Retos Frente a la Ciudad Sustentable, en el contexto del Primer Congreso de Campus Sustentables de la Universidad Central de Venezuela.

Bolívar indicó que los retos de la ciudad con respecto a la sustentabilidad “son tan grandes como los del país, porque si de algo se carece es de un sistema de autoridades verdaderamente coordinado”, y afirmó: “Así que el escenario es apocalíptico y las estadísticas solo nos dicen que vamos para atrás. Nuestro discurso es demagógico, no es medible. Y ese es el peor desafío que puede tener una ciudad: ir a la deriva”.

Puntualizó que la noción de sostenibilidad no solamente se dirige al cumplimiento de estrategias ecológicas, sino que aglutina múltiples variables, como gobernanza, respuestas de instituciones académicas y gubernamentales, igualdad, seguridad, bienestar y calidad de vida de sus habitantes.

A su juicio, el estado de esos factores en la capital dificulta cualquier política de construcción de ciudad, pues, más bien, deja ver su vulnerabilidad: “A Caracas incluso su nombre le queda grande, porque no tiene ni los servicios ni el equipamiento que necesita la población”.

La experta recordó que Caracas tiene 3.000 hectáreas dedicadas a áreas verdes, pero solo se usa 10%. Es un dato que apunta, indica Bolívar, a la necesidad de “desincentivar” la utilización del transporte de motor para dar cabida a paseos peatonales, al vagabundeo en bicicleta, al empleo del espacio público y a la superficie verde con fines de contemplación, disfrute y movilidad funcional.

Se habla de ciudad allí donde esta ofrece capacidad para habitar, trabajar, recrearse y movilizarse en su interior, asegura Bolívar; no es una entelequia: “Para lograr esos objetivos debemos llegar a tener una ciudad bella, creativa, ecológica, diversa, compacta, policéntrica, de fácil movilidad y gobernable”.

Bolívar acudió a las estadísticas para demostrar que Caracas no es hoy el modelo al que aspira en términos de sostenibilidad. De acuerdo con los números de Cities in Motion (2016), de 181 ciudades que fueron estudiadas, “en economía Caracas está de última (ocupa el lugar 181); en capital humano alcanza el puesto 123; en cohesión social, 170; en medioambiente, 134; en gestión pública, 31 (y tenemos que averiguar por qué); en gobernanza, 152; en planificación urbana, 86; en proyección internacional, 151; en tecnología, 173, y en movilidad y transporte se sitúa en el sitio 91. Estos números son nuestro estado del arte, y las políticas que ejecutemos de aquí en adelante tienen que ser para llevar esas cifras a la primera docena. Es nuestra meta de crecer como ciudad”.

Fuente: El Nacional

Fecha: 24 de marzo de 2017

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