El Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) en Caracas entrega inmunosupresores vencidos a las personas con trasplantes, medicamentos necesarios para evitar el rechazo de sus órganos, denunció este 17 de septiembre Amigos Trasplantados de Venezuela.
“Hoy 17 de septiembre recibiendo por parte de Farmacia de Alto Costo del Ivss de Los Ruices, Caracas, medicamento inmunosupresor vencido, Micofenolato sódico 360 mg, esencial para la sobrevida de mi trasplante”, publicó el director y fundador de Amigos Trasplantados de Venezuela, Reymer Villamizar.
En una fotografía divulgada junto al mensaje, se muestra que el medicamento había sido fabricado en 2019 y su fecha de expiración era enero de 2021, por lo que el suma ocho meses vencido.
Francisco Valencia, director de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y a la Vida (Codevida) también condenó la situación, y exhortó al fiscal general de la administración de Nicolás Maduro, Tarek William Saab, a pronunciarse.
“El Ivss sigue atentando contra la salud y la vida de las personas trasplantadas al entregar medicamentos vencidos. Quisiéramos ver un pronunciamiento”, expresó.
Valencia además se reunió de manera virtual este viernes con el secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, para alertar sobre el agravamiento de las condiciones para las personas en diálisis y los trasplantados, mientras que la organización Médicos Unidos de Venezuela denunció la situación del sistema de salud del país.
Hasta 500 dólares mensuales
El Ivss es el único proveedor de inmunosupresores en el país de manera gratuita. Según estimaciones de Codevida y Amigos Trasplantados, el tratamiento de una persona trasplantada puede combinar hasta tres medicamentos y representar un gasto promedio de 500 dólares mensuales.
Las organizaciones han denunciado por años la entrega irregular de medicamentos e inmunosupresores vencidos por parte del Seguro Social y según su informe publicado en julio de 2021, hasta la fecha al menos 209 trasplantados han presentado rechazo agudo de su órgano trasplantado “por la escasez permanente de inmunosupresores”.
Otros han tenido que regresar a la terapia de hemodiálisis, mientras que 99 han fallecido por la ausencia del tratamiento y fallas en el servicio de atención pública.
Con información de Efecto Cocuyo