Efectivos de los cuerpos de seguridad impidieron que la marcha convocada por la Unidad Democrática llegara a las puertas del CNE, por lo cual el rector Luis Emilio Rondón se trasladó hasta la avenida Libertador y recibió el documento que deseaban consignar los manifestantes

“No hay suficientes escudos, no hay suficientes armas para detener a un pueblo que quiere cambio”. De esta manera sintetizó el secretario ejecutivo de la Unidad Democrática, Jesús Chuo Torrealba, la participación de los venezolanos en la marcha convocada este miércoles hasta la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE), la cual no llegó hasta la meta por impedimento de los cuerpos de seguridad del Estado.

En vista de ello, en el caso de Caracas, el rector Luis Emilio Rondón se trasladó en moto hasta la avenida Libertador, lugar donde fue contenida la marcha, y recibió el documento que consignaron dirigentes de la Unidad, entre quienes destacaron el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, diputados de la bancada mayoritaria del Parlamento y el secretario ejecutivo de la coalición de partidos de oposición.

Torrealba explicó que las exigencias al CNE son para que cumpla con los lapsos que establece el reglamento para la realización de referendos electorales, a fin de continuar con el proceso iniciado por la Unidad Democrática para revocar el mandato, en este caso, al presidente de la República, Nicolás Maduro. La segunda, que se cumpla la Ley Electoral, que establece que el CNE debe “viabilizar y no impedir el ejercicio del sufragio”. Y la tercera, que se cumpla con la Constitución, que contempla el principio de celeridad para responder a los requerimientos de los ciudadanos. “Eso es lo que estamos pidiendo: cumplimiento de la ley y de la Constitución”, precisó.

“El referendo es la paz. Estamos defendiendo la paz y ustedes ven cómo responde el gobierno, con cerco policial, con cerco militar. No hay suficientes escudos, no hay suficientes armas para detener a un pueblo que quiere cambio”, dijo Torrealba.

“Ni el Decreto de Estado de Excepción ni la represión pura y dura podrán frenar al pueblo venezolano. La mejor respuesta al Decreto de Estado de Excepción no se la dimos ayer en la Asamblea Nacional, la mejor respuesta se la dio el pueblo de  Guarenas. Repito: nadie para a un pueblo en lucha”, insistió.

Por la calle medio

Esta movilización realizada también en todo el país no es la primera “ni será la última hasta que ellos (en el CNE) entiendan que tienen que cumplir las normas; que el referendo es un derecho del pueblo y que es este el que tiene que tomar la decisión, no ellos”, señaló, por su parte, Capriles.

“Lo que estamos pidiendo, y vean cómo han cambiado las cosas, es que se validen las firmas. El que firmó quiere validar su firma y poner la huella, no le tiene miedo al Gobierno. Y ellos no quieren que la gente pueda validar sus firmas”, añadió.

“¿Por qué no quieren revocatorio? ¿Porque tienen terror a lo que diga la gente? La política es así, unos días la gente está con usted y otros días no lo está, pero nunca se le puede negar a la gente el derecho a expresarse que está en la Constitución”, prosiguió.

A quienes lo cuestionan por no tomar posiciones distintas, Capriles les recordó que sus acciones se enmarcarán siempre dentro de la Constitución y las leyes. “Hay radicales que me atacan porque quisieran que yo actuara de otra forma. No, voy a seguir actuando como lo he hecho hasta ahora, defendiendo la Constitución, defendiendo la vida democrática”, dijo.

Mientras los generales roban…

El presidente de la Asamblea Nacional denunció que el gobierno lanzó a la calle a los “colectivos armados porque ya ni la Guardia Nacional ni la Policía quieren asumir el costo de reprimir a la población civil y pacífica. A todos estos delincuentes los están armando para que asesinen al pueblo venezolano, que está pidiendo un derecho constitucional, más nada que eso”.

Recordó también que la concentración inicial de la marcha había sido convocada para la Plaza Venezuela, pero en vista de que la zona fue “diezmada por las bandas armadas, los colectivos, la Guardia Nacional y la Policía, hubo que replegarse hasta la avenida Libertador, porque ni queremos violencia, ni queremos heridos, ni queremos muertos”.

“Le hemos dicho a la Guardia y a la Policía que ellos son tan pueblo como cualquiera de nosotros. Y, perdónenme la expresión, también le hemos dicho ‘mientras los generales roban, la tropa pela bola’. Esa es la tragedia que hay aquí en Venezuela: ellos son tan pueblo como nosotros, ellos están conscientes de que esta desgracia nacional durará hasta que Maduro sea presidente de la República; por eso es que queremos sacarlo democrática, electoral, pacífica y electoralmente”, concluyó Ramos Allup.

Venezolanos llevan el revocatorio en las venas

Más allá de atender la convocatoria formal de la Unidad Democrática, los ciudadanos se volcaron este miércoles a las calles plenamente conscientes de que el gobierno pretende cercenar no una mera postura opositora, sino una garantía establecida en la Carta Magna, a cuyo ejercicio –  visto está por la fuerza que exhibe cada vez con mayor vigor el soberano – no renunciarán, pues ya los venezolanos llevan el referendo revocatorio en las venas.

“El referendo revocatorio es un derecho dispuesto por la Constitución de la República y exigimos que se nos respete. Ya lo solicitamos y ahora queremos que se convierta en un hecho”, aseveró el señor Julio Díaz, de 64 años de edad, al ser consultado por el equipo de Reporte Unidad en la avenida Libertador.

El declarante, proveniente de la parroquia 23 de enero, refutó el bloqueo de los cuerpos militares y policiales al avance de la marcha, que aspiraba arribar a la sede principal del CNE, en el centro de la ciudad.

“Los funcionarios de seguridad violan nuestro derecho al libre tránsito”, manifestó.

“A los guardias nacionales y a los policías los mandan como unos peleles; si no obedecen los despiden y se mueren de hambre, aunque muertos de hambre estamos ya todos”, dijo, a su vez, Zuly Ascanio, profesora de preescolar jubilada.

Para la quinceañera Paola Vega, estudiante de tercer año de bachillerato, “queremos revocatorio porque necesitamos un cambio urgente en el país, una mejoría: no hay alimentos, no hay medicinas, no hay servicios públicos, reina la inseguridad, no hay ni libertad de expresión, estamos cansados de vivir en colas”, reclamó, al enumerar el rosario de problemas que azotan al pueblo.

Entretanto, María Eugenia Bolívar, de profesión geógrafa, deploró el Decreto de Emergencia Económica y Estado de Excepción de Nicolás Maduro. “Ese decreto es inconstitucional porque no contó con el aval de la Asamblea Nacional. El Ejecutivo debe escuchar al parlamento que elegimos con mayoría apabullante el 6 de diciembre. Sin embargo, sabemos que el régimen hace con las leyes lo que le da la gana”, enfatizó.

“Ese decreto es un corral para intentar asustarnos, pero ya a nosotros no nos asustan. Yo estoy en la calle demandando el derecho al referendo revocatorio para dejar de pasar hambre, en contra de la represión”, indicó, por su parte, la septuagenaria Lilia Acuña.

“Queremos una democracia libre, no ese comunismo que nos quieren imponer, que es perjudicial. Yo pido el revocatorio por mis hijos y por mis nietos”, apuntó José Vielma, de 66 años.

Carmen Maita se preguntó cómo era posible que ahora en Venezuela “murieran los niños, los bebés”.

“Ahí tienes, como ejemplo, la situación el Hospital de Barcelona, que es todo un caos, habiendo sido el vicepresidente Aristóbulo Istúriz, gobernador de Anzoátegui”, recordó la dama, de 75 años.

“La política de expropiación de Maduro fracasó porque hay escasez, hay carestía, no hay comida, no hay fármacos, no hay nada”, fueron las palabras sencillas aunque contundentes ofrecidas por Yaneige Sayago.

Finalmente, el pronunciarse por el referendo revocatorio, la abogada Magaly Pereira consideró que “Venezuela no aguanta más incapacidad ni la locura de un presidente que con decretos inconsultos cree que va a mejorar la crisis del país”.

Prensa Unidad Venezuela (Caracas, 18 de mayo de 2016)

 

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