Con déficit de personal, sin servicios auxiliares óptimos y con intermitencia en el suministro de agua llega la Navidad y culmina el año 2019 en el principal hospital pediátrico de Venezuela: el JM de los Ríos, en San Bernardino, Caracas.

“La última residente que había en el servicio de Cardiología se graduó y ya no hay atención. El año que viene evaluarán la posibilidad de pasar consultas.

Seguimos sin radiología en el hospital, los exámenes de laboratorio son escasísimos porque no hay personal y además solo hay dos cupos en terapia intensiva”, dice a Efecto Cocuyo la doctora Sonia Sifontes, jefa del servicio de Medicina III.

La presidenta de la Sociedad de médicos del JM de los Ríos destaca que los martes en la tarde el agua deja de llegar al hospital, mientras que miércoles y jueves solo la colocan por instantes. En todo el centro de salud solo hay tres ascensores operativos: uno en la torre de consultas, uno en el área de aislamiento y otro en la torre de hospitalización.

En esas condiciones trabajan las últimas semanas de diciembre: Navidad y Año Nuevo. Luisana Pabón, enfermera del área de emergencia, afirma que en las noches deben “redoblar” sus turnos para que el servicio no quede vacío.

“Lo máximo que hemos tenido en la emergencia han sido 12 enfermeras. Con los descansos, los grupos se dividían y quedábamos seis. En mi última guardia solo éramos cuatro enfermeras para atender cinco salas y 10 pacientes”, expresa.

Asegura que cada día buscan la manera de apoyarse entre médicos y enfermeros, pues ante el déficit de personal, en las noches los mismos médicos deben atender tanto a los pacientes de la emergencia como a los pacientes de los servicios ubicados en otros pisos.

La ausencia de suficientes antibióticos de amplio espectro también afecta al área de la emergencia en estas fechas, de acuerdo con la enfermera. En el área de triaje a veces no dan ingreso a pacientes, como ocurrió el 20 de diciembre, porque no había más cupos disponibles.

La pediatra Sonia Sifontes recuerda que en el año 2002, cuando fue jefa de uno de los turnos de guardia de diciembre, coordinaba a 11 residentes de pediatría. Este 2019 solo hay dos residentes en un turno y tres en otro.

“Ahora solo quedan 13 residentes en total, cuando debería haber 25 residentes de pediatría en cada uno de los tres años (del posgrado). Y solo hay dos jefes de guardia”, señala.

Para la doctora Sifontes, en 2020 las prioridades en el hospital deben ser el incremento de personal, la recuperación del área de terapia intensiva y de los servicios auxiliares de radiología y laboratorio.

“Debe haber un incentivo para el personal, que se busque la manera de que vengan más personas. Deben dar, por ejemplo, un incentivo a los residentes”, indica.

Las organizaciones no gubernamentales Prepara Familia y Cecodap piden al Estado venezolano el cumplimiento de las medidas cautelares que la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (Cidh) otorgó a 14 servicios del JM de los Ríos entre 2018 y 2019.

Hospital Universitario de Caracas

En el Hospital Universitario de Caracas (HUC) también trabajan por turnos en medios de deficiencias similares a las del JM de los Ríos en Navidad. César Louis, médico gastroenterólogo del HUC y expresidente de la Sociedad Venezolana de Gastroenterología, expresa que en el centro de salud carecen de antibióticos y equipos suficientes.

El servicio de Gastroenterología, que estuvo cerrado por falta de condiciones, fue reabierto en octubre pero solo puede ingresar a ocho pacientes.

“El servicio no es ni la sombra de lo que era. Lo poco que se mantiene está deteriorado. El endoscopio superior se dañó y solo tenemos endoscopio inferior, por lo que probablemente referiremos a algunos pacientes a otros hospitales que puede que estén peor que el Universitario”, puntualiza.

Con información de Efecto Cocuyo

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