En algunas jugueterías del centro y este de Caracas es posible ver sets de 20 o 25 carros y muñecas Barbie hasta en 10 dólares, menos de la mitad de su precio con respecto a diciembre del año pasado. Comerciantes señalan que tratan de salir de la mercancía que no pudieron vender en el año antes de adquirir la nueva.
Por estas fechas, y a pesar de la recesión económica que atraviesa Venezuela desde hace siete años, Enrique Pereira ya estaba tramitando con sus proveedores la compra de juguetes y artículos recreativos que trataría de vender en diciembre, pero este año la realidad cambió totalmente.
Durante los últimos años, Enrique ha llevado adelante un negocio familiar que se remonta a más de 35 años y que, pese a la crisis, aún no ha “mutado” como otros a la venta de alimentos o productos de primera necesidad.
Sin embargo, el cierre de comercios ordenado en marzo por la pandemia ahora amenaza con alterar el panorama ante la baja demanda de clientes que ha tenido en su local familiar en Chacao.
Tú como comerciante no esperas que, por más crisis económica que haya, toda la mercancía que adquiriste o planificaste vender durante un año todavía la tengas en inventario a dos meses de la Navidad”, expresa Enrique.
Trabajando a medias
En junio, cuando las autoridades permitieron flexibilizar la cuarentena, tanto él como otros comerciantes en la zona decidieron abrir sus negocios a “media santamaría” para así generar algo de ingresos.
Aún así, las restricciones a la movilidad (tanto por cuarentena, como por falta de gasolina o transporte público) les ha impedido vender como quisieran. Es por ello que algunos han acudido al remate de mercancía vieja u ofertas al consumidor.
En algunas jugueterías del centro y este de Caracas es posible ver sets de 20 o 25 carros y muñecas Barbie hasta en 10 dólares, menos de la mitad de su precio con respecto a diciembre del año pasado.
Queremos salir de estos productos antes de diciembre para empezar a vender los pocos nuevos que lleguen«, dijo a Crónica.Uno el encargado de una reconocida cadena de jugueterías, que prefirió mantener su nombre en reserva.
Comprarán lo que puedan vender
A menos de 60 días para la Nochebuena, Enrique tan solo ha contactado a tres proveedores para adquirir “lo más demandado” últimamente, como bicicletas, juegos de mesa, superhéroes y muñecas LOL.
Señala que en los últimos años la mayoría de los productos que despacha en su negocio son importados, razón que encarece la mercancía y hace que no sea tan accesible para el bolsillo de buena parte de los venezolanos.
Una bicicleta rin 20 calculamos que la tendremos que vender entre 100 y 150 dólares, aunque eso puede variar dependiendo de la marca y la cantidad que ordenemos. Todo eso es importado, ya aquí no se producen juguetes o no tanto como antes”, dice Enrique.
A finales de 2019, la Cámara Venezolana de Fabricantes de Juguetes (Cavefaj) advirtió que el sector juguetero había tenido una caída de 55 % por el cierre de empresas y bajo poder adquisitivo del venezolano. También señaló que la producción artesanal de juguetes había aumentado, pero que seguía siendo insuficiente para cubrir la demanda nacional.
El 14 de octubre Nicolás Maduro “aprobó” dinero público para la adquisición de 10 millones de juguetes que, afirmó, serán distribuidos por los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) e hizo mención a medidas para “estimular la producción de juguetes nacionales y garantizar las compras públicas de juguetes”.
Crónica.Uno intentó contactar con Cavefaj para plasmar su posición respecto a las medidas y posibles contactos con el Ejecutivo de cara al último bimestre del año, pero a la fecha de publicación de este trabajo aún no había recibido respuesta.
Importar sigue siendo complicado
Y pese a que el gobierno de Maduro incluyó los juguetes en la exoneración de impuestos por importación del año pasado, y que extendió hasta el 28 de febrero de 2021, los comerciantes afirman que los gastos por flete y traslado de mercancía desde el exterior han aumentado por la pandemia y las restricciones de vuelos.
La situación se agrava para quienes dependían de la importación desde Colombia.
Criselda Castro, encargada de una juguetería en el centro de Caracas, señaló que el año pasado ahorró costos comprando mercancía proveniente Cúcuta y tuvo buenas ventas de ciertos artículos, pese a no ser de la calidad acostumbrada.
«La gente con el tiempo fue entendiendo que ya es muy difícil traer las marcas de antes. Ni hay poder adquisitivo, ni lo poco que percibimos por ventas alcanza traer esa mercancía. Toca con lo que hay», dice Criselda.
De acuerdo con cálculos del Banco Central de Venezuela (BCV) la inflación en el sector Esparcimiento y Cultura fue de 12.513,6 % en 2019, mientras que la de Bienes y servicios diversos llegó a 11.809,8 %. Ambos indicadores superaron el general nacional que alcanzó un 9585,5 %.
Con información de Crónica Uno