Ya no hay límites para los ajustes de precios de los productos de la canasta básica. En el mercado de Quinta Crespo, el fin de semana del 21 de octubre, el kilo de carne alcanzó Bs 65.000, es decir, 47,6% del salario mínimo de Bs 136.544.
Si se incluye el bono de alimentación de Bs 189.000, entonces la compra de un kilo de carne de res supone la quinta parte (20%) de los Bs 325.544 del salario mínimo integral en vigencia desde el 1º de septiembre.
Uno de los vendedores del popular centro de compras y que prefirió el anonimato, dijo a El Estímulo que las facturas de los proveedores llegan con un aumento de casi 30% cada semana.
Los Bs 65.000 representan un incremento de Bs 15.000 en apenas una semana en Quinta Crespo, según constató el equipo de El Estímulo.
El vendedor comenta que ante esa realidad debe trasladar costos al precio final, por lo que los consumidores se quejan constantemente ante la pronunciada caída del poder adquisitivo. «El bolívar no vale nada, cada vez compra mucho menos», dijo.
Los asiduos visitantes manifiestan que no les alcanza lo que ganan. A la salida de uno de los puestos de venta, una señora de mediana edad, dijo convencida de que en algún momentos los venezolanos no podrán comer. «No se trata de alimentarse, lo que ya supone ingerir una dieta balanceada, sino de dejar de comer literalmente», indicó lamentándose de que muchos venezolanos contribuyen a mantener este sistema económico de destrucción de riqueza solo para obtener dádivas del Estado.
«Con lo que compraba hace seis meses en el mercado, ahora solo me alcanza para adquirir un tercio de los mismos productos», señaló Emilia para advertir que no ve cambios en el horizonte, «por lo que la inflación terminará devorándose por completo nuestro sueldo».
Los comerciantes se defienden ante los ataques de la clientela, indicándoles que no pueden controlar el alza de precios, asegurando que no depende de ellos.
Mientras algunos productos exhiben precios exorbitantes, otros desaparecen. «La margarina y el aceite no se encuentran. Hace tres semanas compré medio kilo de margarina marca Mavesa en Bs 6.720, luego la subieron a Bs 11.000, pero esta semana algunas personas me han dicho que el nuevo precio está cerca de los Bs 21.000″, dijo Geraldine Medina, costurera.
«Es imposible mantener un presupuesto con la variación semanal de los precios», comentó María Elena, ama de casa.
El kilo de pollo se vendía en Bs 34.600 por kilo, lo que significa que una pieza de dos kilos aproximadamente puede llegar a costar Bs 70.000.
Pero la carne y el pollo no son los únicos alimentos con cambios en sus precios. Todos los tipos de pescado también. En el recorrido se encontró que el carite lo ofrecen en Bs 49.800; la pícua en Bs 45.000; la curvina en Bs 49.800; el tahalí en Bs 68.000 y el mero en Bs 90.000.
En Quinta Crespo comenzaron a vender un sobre de 115 gramos de leche completa marca Villa Láctea en Bs 9.500, que rinde para preparar un litro del producto y que según los vendedores ha tenido buena receptividad entre las amas de casa, quienes alegan no tener suficientes recursos para pagar el alto costo por un kilo del producto.
En establecimientos ubicados en distintos lugares de Caracas, se ha observado como un kilo de leche puede costar Bs 90.000.
En el supermercado Unicasa de la avenida San Martín, ya es habitual observar menos variedad de productos. Los consumidores se quejaban de los altos precios de las galletas, cereales, productos de de limpieza y enlatados.
Ese fin de semana una lata de atún Margarita de 170 gramos, estrenó el precio de Bs 16.830.
Venezuela atraviesa por la peor crisis económica su su era republicana, caracterizada por escasez de bienes básicos en medio de un contexto hiperinflacionario, con el agravante de contar con un aparato productivo disminuido a menos de un tercio de su capacidad.
Publicado por El Estímulo
25/10/2017