El tomate registró esta semana una nueva escalada en su precio al pasar de 3.200.000 bolívares por kilo a 4.475.000 y 4.900.000 lo que representa 53,1% de incremento en solo 7 días.
Con esta subida, el precio del solicitado producto se acerca al salario mínimo integral en Venezuela, fijado en 5.196.000 bolívares por mes, lo que equivaldría a que este ingreso alcanza escasamente para comprar un kilo de tomates.
Los tomates han sido tradicionalmente uno de los ingredientes más consumidos en Venezuela, debido a su uso para ensaladas y diferentes salsas muy empleadas en la gastronomía local. Pero en este momento de hiperinflación, tenerlos en la cocina doméstica puede considerarse un verdadero golpe al bolsillo debido por la inflación desbocada.
Con información de Descifrado.