La escasez de alimentos se ha vuelto una preocupación que no solo le concierne a los adultos. La crisis se ha agravado de tal manera, que los niños han adoptado la preocupación de sus padres con respecto al acceso a los alimentos.

Gloria Perdomo, directora de la Fundación Luz y Vida, expresó que la situación actual de desabastecimiento genera estrés y ansiedad en los menores de edad, debido a que temen que su núcleo familiar se quede sin comida. Destacó que, en este sentido, hay niños que prefieren dejar de comer para que sus hermanos se alimenten.

“Estas actitudes están presentes en la mente y en la comunicación de los niños”, agregó.

Perdomo destacó que la crisis alimentaria en el país es una violación del derecho a tener un nivel de vida adecuado. Sostuvo que en este contexto los primeros responsables son los padres, pero si ellos no pueden garantizarlo, se debe promover una política nacional en esta materia.

“El Estado tiene la obligación de desarrollar programas de emergencia que permitan la restitución del derecho. No los están implementando. Si el Estado no está capacitado debe solicitar la ayuda humanitaria internacional que corresponde pedir”, precisó.

Los más afectados

Las personas de la tercera edad también se ven afectadas por la crisis general en el país, que se traduce en escasez y alto costo de alimentos y medicinas, inseguridad y las fallas en el seguro social.

Durante el tercer simposio en conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos, “Los estragos del Hambre en Venezuela”, Maritza relató su historia para poder adquirir comida junto con su hija.

“A la 1:00 am me llama mi hija y me dice: “Mamá, párate que nos vamos”. Nos cepillamos y nos arreglamos. Llegamos a la cola en la que ya hay gente que durmió allí o lleva días haciéndola. A las 5:30 am o 6:00 am preguntan los señores que piden la cédula: «¿Quién está de primero?». Alguien responde: “¡Yo, pero tengo 20 personas por delante!”. Ya cuando es mi turno no queda nada”, contó la mujer de 78 años de edad, que se sostenía con un bastón.

Luis Francisco Cabezas, presidente de la organización Convite, informó que se espera que en Venezuela, para el año 2050, habrá por cada 100 niños nacidos 105 personas de 60 años de edad. A su juicio, las circunstancias actuales no permiten un envejecimiento seguro.

“Venezuela no está preparada para envejecer”, ratificó.

FUENTE: EL NACIONAL

FECHA: 19 DE DICIEMBRE DE 2016

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