Al menos tres semanas son las que llevan los motorizados padeciendo la escasez de un producto que, en muchos casos, es esencial para llevar sustento a su hogar. Desde llegar a las bombas de gasolina en la madrugada hasta pasar más de tres días sin trabajar son parte de las cosas que han tenido que hacer debido al problema del combustible.
La Encuesta Nacional Impacto COVID-19, hecha por la Comisión de Expertos de la Salud designada por Juan Guaidó, revela en sus últimos resultados que la escasez de gasolina en medio de la emergencia sanitaria es de 89,68 %.
En consecuencia, varias bombas del Área Metropolitana de Caracas llevan semanas sin prestar servicio y las colas para llenar tanques de carros particulares, camiones, patrullas, ambulancias, autobuses y motocicletas ya forman parte del día día de la ciudad, sin garantías de que puedan abastecerse una vez llegue su turno.
La escasez de gasolina ha alterado la rutina laboral y principal fuente de ingresos de los motorizados.
Entregas a domicilio a la deriva
El inicio de la cuarentena general obligó a muchos comercios y restaurantes a limitar el acceso a sus instalaciones y ofrecer alternativas para llevar sus productos a casa de sus clientes.
Algunos comercios ya contaban con el servicio de entregas a domicilio y los motorizados que hacían el deliveryformaban parte de sus nóminas de empleados. Tal es el caso de Tulio Sequera, quien desde hace dos años es también mensajero de la charcutería para la que trabaja.
Junto con otro compañero, se encarga de llevar los productos a casa de sus clientes, quienes hacen la compra vía WhatsApp. Sin embargo, recientemente las guardias se las están turnando por día para ahorrar gasolina.
La falta de gasolina los mantiene entre la espada y la pared. Tulio afirma que, por ahora, no han tenido que pagar sobreprecio para adquirir gasolina. Aunque no lo descarta. Pese a que tienen tienda física, sus inicios fueron haciendo entregas a domicilio y es el fuerte del negocio.
Tulio finaliza resaltando que su única entrada de dinero es esa, además de «una que otra carrera que salga» de algún conocido, por lo que manifiesta estar dispuesto hasta a madrugar para conseguir gasolina. «Tenemos que tratar de seguir trabajando, no hay de otra«.
Con información de Crónica Uno