La inflación acumulada entre enero y noviembre de 2020 se ubicó en 3.045%, y la interanual —en los últimos 12 meses— se sitúa en 4.087%

A exactamente tres años del inicio de la hiperinflación en Venezuela, el incremento de precios de bienes y servicios se dispara nuevamente y llega a un promedio de 65,70% en noviembre, de acuerdo con la medición de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional. Esto supone una aceleración de 41,9 puntos porcentuales con respecto a la tasa de inflación de octubre de 2020, de 23,80%.

Con este resultado, la inflación acumulada entre enero y noviembre de 2020 se ubicó en 3.045%, y la interanual —en los últimos 12 meses— se sitúa en 4.087%.

El diputado José Guerra, economista y miembro de la instancia parlamentaria, afirmó, en una rueda de prensa realizada este viernes 4 de diciembre, que la aceleración de la tasa mensual de inflación se debe, fundamentalmente, a la depreciación del bolívar frente al dólar, que fue de 104%, según cálculos de la AN.

«Hace tres años reportamos que Venezuela entraba en un proceso de hiperinflación, y este noviembre de 2020 se ratifica esta situación», expresó.

El parlamentario explicó que la depreciación de la moneda nacional es consecuencia de la inyección de dinero que la gente no quiere, llamado dinero inorgánico, el cual se traslada automáticamente al mercado para comprar bienes, entre ellos dólares, lo cual presiona el tipo de cambio y aumenta la cotización de la divisa en el mercado no oficial. Indicó que la emisión monetaria del Banco Central de Venezuela para financiar, sobre todo, las subvenciones que ha estado entregando el gobierno de Nicolás Maduro como parte de su campaña electoral para las elecciones parlamentarias de este domingo 6 de diciembre, fue de 62% en noviembre.

El gobierno recurre al financiamiento monetario por parte del Banco Central debido al desplome de sus ingresos. La recaudación fiscal ha caído a niveles mínimos históricos y la contribución petrolera es prácticamente cero debido a que el precio del barril de crudo es casi igual al costo de producción por los descuentos que aplica Pdvsa para asegurarse ventas. Guerra señaló que la deuda del sector público, encabezado por Pdvsa, al Banco Central de Venezuela es casi de 20.000 millones de dólares, «casi cinco veces las reservas internacionales y aproximadamente 30% del PIB».

Este aumento de la liquidez, además del incremento salarial y de las pensiones de 400.000 a 1,2 millones de bolívares, no ha ayudado a los venezolanos a recuperar su pulverizado poder adquisitivo. Actualmente una familia representativa de cinco integrantes requiere 164,58 millones de bolívares para cubrir la canasta de alimentos.

El rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas aumentó 44,4% en noviembre. Los que más se incrementaron ese mes fueron esparcimiento, que subió 232,8%; servicios de comunicación, que varió 171,4%; y alquiler de vivienda, con una inflación de 107,3%.

«El problema del salario no basta con un aumento del salario nominal ni con la cantidad de bolívares. El venezolano exige que se le pague en una moneda con valor contante, que no se deprecie. Nosotros hemos planteado y haremos un planteamiento de que hace falta en el país una gran reforma económica para salir de este círculo vicioso en el cual está atrapado y en el que no hay manera de que el gobierno se financie», aseguró Guerra.

Sostiene que se necesita un cambio radical y profundo de la manera en la que se ha conducido la política económica en Venezuela, comenzando con un acuerdo político entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, en el que haya un entendimiento nacional sobre aspectos básicos del país, entre ellos el tema de la gobernabilidad, el tipo de gobierno y una posibilidad de un gobierno de unidad nacional y de emergencia.

Este acuerdo político, asegura, hará posible un financiamiento externo. Para detener la emisión monetaria se requieren fuentes genuinas de financiamiento, principalmente del Fondo Monetario Internacional, organismo con el que, dijo, se podría llegar a un acuerdo de flexibilidad ampliada. «Se necesita dinero fresco para lograr estabilizar la tasa de cambio, que es lo que está afectando los precios en esta economía dolarizada transaccionalmente. Aquí no llegará crédito de la banca privada internacional hasta tanto se salga del incumplimiento de la deuda».

Guerra agregó que, luego de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre y de la toma de posesión de la nueva Asamblea Nacional el 5 de enero de 2021, los actuales miembros de la Comisión de Finanzas del Parlamento continuarán calculando los principales índices macroeconómicos a través del Observatorio Venezolano de Finanzas. «Este observatorio está pensando para darle continuidad a las cifras».

Con información de Tal Cual

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