El gobierno espera «resultados» de una tercera semana radical consecutiva para aplanar la curva que viene condimentada con 13 entidades con la variante brasileña. Olvida las consecuencias de diciembre y carnavales flexibles, cuando la gente no termina de asumir la gravedad del virus por las intermitencias que dejan la sensación de calma. Esta improvisación la denuncian los expertos, desde la falta de información, toma de decisiones inmediatas, sin estrechar el cerco epidemiológico, quedando cortos en las respuestas del sector público y hasta olvidando cómo la realidad socioeconómica estrangula al venezolano, entre la salida forzada por el sustento y exponerse más al virus.

Lara está confirmada entre las regiones con la nueva variante, esa que además de contagiosa es altamente agresiva. LA PRENSA insistió ante la autoridad regional sanitaria, pero no se tuvo respuesta sobre los casos específicos y solo se tiene el reporte diario que registra 6.473 positivos y 119 fallecidos. Iribarren sigue siendo el municipio más afectado con 3.729 infectados.

Tuvimos diciembre y carnavales libres, y en los barrios más populosos se anda sin protección», es el recordatorio de Douglas León Natera, presidente de la Federación Médica Venezolana (FMV), ante esa sensación de seguridad, que no contribuye hacia la prevención ni agiliza el esquema de inmunización. «Hasta se incluye la política, ante el absurdo de figurar el gobierno y hasta los 30 mil cubanos», criticó de ese grupo que aseguró el 85 % vacunados, mientras el personal sanitario «sigue cayendo como barajitas» al cerrar marzo con 424 fallecidos en pandemia y el plan se aplica lentamente.

Recuerda la importancia que la política de salud sea manejada por la autoridad sanitaria y no al margen, cuando los anuncios son realizados por el Ejecutivo Nacional. La preocupación es compartida por Jaime Lorenzo desde Médicos Unidos de Venezuela, al denunciar «los anuncios de un día para otro, que habla de la poca planificación y sin la debida información, para aceptar la gravedad». Se refiere a los momentos de amenaza, con meses que han sido de esperanzas y hasta con anuncios de salidas milagrosas.

Al año de pandemia, Lorenzo rezonga que la capacidad de respuesta está muy comprometida en el sector público, ante la falta de dotación de insumos, medicamentos, condiciones de higiene y hasta los implementos de bioseguridad del personal de salud. «Esto se evidencia en más del 60% de pacientes Covid en centros privados y que podría llevarlos al colapso», advierte.

Expertos señalan que también ha faltado más rigurosidad en la cadena epidemiológica, fijar un cerco que empieza por las pruebas masivas de PCR, para la certeza del diagnóstico y el monitoreo con asistencia de los casos sospechosos y aquellos probables, además de la vigilancia extrema del grupo de contacto estrecho. El control debe ser muy específico y constante.

Lorenzo se ubica en otros países, donde consideran la naturaleza cambiante del virus y señala que Venezuela debería tomar muestras y procesarlas en laboratorios moleculares para tipificarlo, lo cual permitiría conocer la realidad nacional ante cualquier otra variante que puede ser más recia y hasta fatal en determinados casos. Dicha vigilancia permitirá seguir en la lucha contra este monstruo que registra más de 131 millones en el mundo.

Fijan la esperanza en el plan de vacunación, desde la inmunización de rebaño al 70% de la población. Una carrera por las vacunas en procura de todo el personal sanitario.

Con información de La Prensa de Lara

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