Aunque la diáspora criolla ya suma 5,6 millones de personas actualmente (18% de la población de Venezuela), según cifras de la Organización de Estados Americanos, se habla incluso de “estadísticas sombras”, que se registran cuando una persona se moviliza gracias a su doble nacionalidad o en pasos irregulares (las llamadas “trochas”).

El Carabobeño 

Lejos de detenerse en el futuro cercano, la migración venezolana seguirá incrementando –ya suma 5,6 millones de personas actualmente (18% de la población de Venezuela), según cifras de la Organización de Estados Americanos- debido a que las causas que la generan, como la crisis económica y la inestabilidad política interna, están lejos de mejorar, señalan expertos consultados por la Voz de América.

La socióloga con estudios en ciencias políticas y migración venezolana Claudia Vargas Ribas señala que ya este número sería aún mayor si no hubiese tantas restricciones de movilización por culpa de la pandemia del COVID-19, si se considera que Venezuela impuso, en marzo de 2020, una prohibición casi total de vuelos extranjeros por el coronavirus. Desde noviembre pasado, apenas se permite la entrada por vía aérea de viajeros desde México, República Dominicana, Bolivia, Rusia, Panamá y Turquía.

“Esa tasa se va a seguir manteniendo y no es mayor por las barreras del COVID-19. Las migraciones siguen, quizás a un menor grado, quizás sea menos evidente o se registra menos, debido a que los factores que la generan continúan y se agravan en Venezuela”, comentó la especialista.

Incluso habla de “estadísticas sombras”, que se registran cuando una persona se moviliza gracias a su doble nacionalidad o en pasos irregulares, las llamadas “trochas” en la frontera.

La pobreza se exacerba
Por su parte, Luis Crespo, economista y docente de la Universidad Central de Venezuela, subraya que el país suramericano acumula siete años de “destrucción de sus capacidades productivas” y advierte que la hiperinflación desde 2017 ha “pulverizado los salarios”, lo que activa súbitamente los planes de migración.

El país petrolero suma 83,5% de caída de su producto interno bruto desde 2014 y, según el Observatorio Venezolano de Finanzas, registró 2.616% de alza de precios entre junio de 2020 y el mismo mes de 2021.

El salario mínimo actual es de 1,73 dólares (siete millones de bolívares). “Supera el umbral de la pobreza. Los trabajadores venezolanos han visto la destrucción de sus condiciones de vida, de sus activos y de su capacidad de ahorro. Las familias venezolanas han transitado por años muy duros de precariedad. Venezuela se ha convertido en una sociedad que limita las oportunidades de desarrollo para las generaciones futuras”, dice Crespo.

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Con información de El Carabobeño

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