La Cámara Venezolana de la Construcción reveló que unos 80.000 puestos de trabajo, que generan los proyectos que siguen activos, están en riesgo, por lo que el gremio exhortó a las autoridades considerar al sector construcción entre los esenciales. Antes de la llegada del virus esta era una de las actividades más deprimidas por la recesión económica.
El sector construcción es uno de los más golpeados por la crisis económica que atraviesa Venezuela desde 2013. En ocho años acumula una contracción de 97 % y un millón de puestos de trabajos perdidos. La pandemia por el nuevo coronavirus ha traído consigo más desaliento al paralizar los proyectos que las empresas habían logrado concretar a principios de año.
La Cámara Venezolana de la Construcción (CVC) estima que unas 350 empresas constructoras se mantienen activas; 56,7 % de ellas contaba en marzo con proyectos en desarrollo cuando se decretó cuarentena nacional para frenar la propagación del virus. Sin embargo, en total 63 % de las compañías afiliadas a la cámara tiene obras paralizadas debido a la crisis sanitaria.
El presidente de la CVC, Mauricio Brin, dijo en un seminario web organizado este jueves 20 de agosto por Fedecámaras que de abril a junio estuvieron completamente paralizados. En los últimos dos meses lograron tener algo de actividad con el esquema 7+7, no obstante, calificó este como «ineficiente» y que no les ha permitido avanzar.
Unos 80.000 puestos de trabajo, que generan los proyectos que siguen activos, están en riesgo, por lo que el gremio exhortó a las autoridades considerar al sector construcción entre los esenciales y garantizar los salvoconductos para que los trabajadores puedan llegar a las obras.
Estamos dispuestos a trabajar con los protocolos de bioseguridad y los procedimientos al interior de las obras. Los protocolos para el manejo sanitario de las maquinarias y los protocolos para salir de las obras», afirmó Brin.
La CVC pidió prorrogar las obligaciones tributarias, como el pago de IVA e ISLR, debido a la paralización que registran las empresas estos meses. Brin reiteró que les urge reactivar las obras paradas y dinamizar la oferta de productos consumibles de construcción, así como el acceso a financiamiento a través del mercado de valores y la creación de proyectos de carácter público-privado.
La Cámara Inmobiliaria de Venezuela planteó incluir las firmas digitales en notarías y registros, para aligerar los procesos mientras persista la pandemia. Francisco López, presidente de la asociación, contó que se están haciendo negocios de compraventa y alquileres, aunque en menor medida. Aristimuño Herrera & Asociados calcula que el año pasado 50 % del inventario de metros cuadrados de oficinas estaba desocupado, y los precios, expresados en moneda dura, habían caído 72 % promedio en comparación con 2007.
El sector empresarial aboga por una desescalada de la cuarentena que les permita trabajar de manera fluida y en horarios estables. La mayoría de los sectores ha estado parado desde marzo. Solo alimentos y medicinas, entre otros pocos, han sido considerados priorizados. Las empresas y los trabajadores también enfrentan la pandemia con otras dificultades como la falta de gasolina o de electricidad.
Con informaciòn de Crònica Uno