Al menos 180 funcionarios de distintos componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) están detenidos por motivos políticos en Venezuela, según la Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia.

Los defensores de derechos humanos Lilia Camejo y Alonso Medina Roa alertaron que la tortura a presos militares “se ha institucionalizado” y advirtieron que ningún funcionario ha sido procesado por infligir tratos crueles e inhumanos a pesar de las numerosas denuncias que existen.

Medina Roa afirmó que el coronel retirado de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Oswaldo García Palomo, al que le imputan intento de golpe de Estado, fue torturado.

“Palomo me dijo que le habían inyectado algo que no recordaba qué era. Esto lo denunciamos en la audiencia antes de que saliera el video y pedimos una evaluación toxicológica. Eso consta en las actas”, señaló refiriéndose al video que presentó el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, en el que Palomo se inculpa.

El capitán Juan Caguaripano también ha sufrido violencia física y psicológica extrema durante su detención.

“Cualquier cosa morbosa que te puedes imaginar es poca para lo que han descrito que se les ha hecho. Lo que decía Caguaripano era horrible y hay un silencio cómplice de los fiscales, de los tribunales y de toda la estructura, hay una burla a todo el ordenamiento jurídico nacional e internacional”, señaló Roa.

Camejo afirmó que los imputados han asistido a las audiencias con costillas rotas, golpeados violentamente en la cara y con daños en las extremidades.

“Pasan horas con las manos esposadas hacia atrás. Todo esto se presenta ante el juez de control militar, pero los revisa un médico forense que forma parte de esta estructura y establece que están bien” denunció.

Los primeros de su promoción

Los abogados señalaron que los casos tienen elementos en común, uno de ellos es que los militares imputados fueron los primero de su promoción.

Esto, en opinión de Roa “refleja la crisis de educación dentro de la Fanb, la falta de compañerismo, de información y el deterioro de la institucionalidad”.

Roa destacó que la persecución y tortura dentro de la Fanb se ha incrementado por el creciente malestar social que existe en sus componentes. “La Fanb está pasando por una de las crisis más grandes desde el punto de vista socioeconómico”.

Subrayó que aunque hay militares vinculados en casos de corrupción, también existen funcionarios honestos “dispuestos a trabajar por la recuperación de la democracia y preservar la institucionalidad. Las generalidades no tienen cabida”, concluyó.

Con información de Efecto Cocuyo

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