Entre dos y tres trabajos, uno de los cuales es en el mercado informal, así se mantienen los guaros para poder generar ingresos y alimentar a sus familias, pues la cifra de 1 millón 800 mil bolívares del salario mínimo no es suficiente para cubrir las necesidades debido a que productos básicos como la harina de maíz ya sobrepasa los 2 millones de bolívares.

Y es que buscar otras alternativas de ingreso se ha vuelto parte del día a día de los venezolanos, ya que el salario de los trabajadores ha sido pulverizado por la galopante inflación que en marzo se ubicó en 16,1% y sumó una acumulación de 127,8 % en el primer trimestre del año, a lo cual se añade un dólar paralelo que fluctúa dos veces al día.

Kelvin Gil, quien tiene una verdulería en Santa Isabel, comentó que antes tenía su trabajo formal en el Mercado Mayorista, sin embargo los pocos ingresos que percibía lo hicieron buscar otras alternativas, por lo que comenzó a vender frutas y verduras en una mesita que ubica en la acera, frente a su casa. «Siempre se vende, porque son alimentos y son esenciales para el consumo», dijo.

La crisis económica que ya venía disparando el comercio informal se unió con la pandemia y formó un cóctel amargo para los venezolanos, pues se incrementó el índice de trabajadores en la calle. La encuesta ENCOVI 2020 reveló que disminuyeron los trabajadores asalariados y crecieron los trabajadores por cuenta propia hasta en un 56%.

Carlos Patiño, investigador de derechos laborales de Provea, explicó que tener el país más pobre de la región ha originado que los trabajadores busquen hasta tres trabajos que incluyan el comercio informal porque perciben mayores ganancias y les permiten cubrir sus necesidades más básicas.

Pero el trabajo informal para algunos tampoco ha sido una opción viable. William Vásquez, quien vende frutas en la Vargas con Venezuela, comentó que la situación tras la llegada de la pandemia ha ido empeorando, cuenta que en sus 35 años en el comercio informal es la primera vez que se ha visto tan apretado para comprar sus alimentos, debido a que han bajado las ventas mientras los rubros suben sin parar.

Patiño destaca que estos índices de pobreza y desempleo han incrementado la migración debido a que no hay seguridad laboral y el venezolano busca estabilidad social, económica y alimenticia en países vecinos.

Con información de La Prensa de Lara

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