Nicolás Maduro anunció que, supuestamente por petición de las bases chavistas, decidió legalizar al Movimiento Somos Venezuela para que pueda participar con su tarjeta electoral en las próximos comicios presidenciales. “Así que ustedes podrán votar además de por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), además del Gran Polo Patriótico (GPP) y todos sus partidos, podrán votar por el Movimiento Somos Venezuela”, dijo.

Indicó que la dirección de la organización será asumida por Delcy Rodríguez, actual presidenta de la Asamblea Constituyente (ANC). El anuncio entra en conflicto con la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia emitida apenas días antes donde se prohíbe la “doble militancia”. El argumento fue usado para boicotear la validación de la tarjeta de la MUD, que en 2013 y 2015 sacó más votos que la del PSUV.

La creación de una nueva tolda echa al traste el planteamiento de Hugo Chávez de lograr un partido único, pero se inscribe en los esfuerzos del madurismo por apelar al electorado joven, al que el PSUV no ha logrado convencer pues su narrativa es de reivindicación de las poblaciones mayores, particularmente los pensionados. De hecho, la cuenta twitter del partido rojo abunda en referencias al pasado, discursos del fallecido expresidente. Es una organización que mira hacia atrás.

Según seguimiento de encuestas Datanálisis, Maduro tiene más respaldo en poblaciones de mayor edad, donde la narrativa de un pasado capitalista, que sometía al pueblo, y el recuerdo de la crisis económica de los años 90 -que palidece ante la actual- aún resuenan.

De allí que toda la imagen gráfica y las fotografías ditribuidas en las redes oficiales del Somos Venezuela incluye iconografía juvenil, apelando a esa generación nacida en “revolución”, para quienes el romanticismo de la izquierda de los 60, las críticas al “puntofijismo” y la épica del chavismo no significa nada. Es lejano. Solo han vivido un país “bolivariano” que nadó en petrodólares y ahora se regodea en su miseria.

Por otra parte, la creación de un nuevo partido ajeno al PSUV pudiera dar cuenta de conflictos internos en la tolda hasta ahora primordial del gobierno. ¿Duda Maduro de tener el respaldo monolítico del partido que creó Hugo Chávez? ¿Rafael Ramírez y otros “excluidos” y “desterrados” pudieran generarle problemas al mandatario?

Lo que sí está claro, es que la violación a las normas electorales continuará con el Somos Venezuela, al utilizar recursos públicos para impulsar una tolda partidista. Además, así como se critica que Primero Justicia “nació con dinero público al recibir un cheque de Pdvsa”, como ha denunciado Diosdado Cabello y otros voceros, queda patente que el partido Somos Venezuela nació con dinero, organización y estructura del propio Estado venezolano.

Publicado por Tal Cual
29-01-2018

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