Aunque se han comprometido con los técnicos de la oposición a elaborar una propuesta de puntos de validación de las firmas para activar el proceso del referéndum revocatorio, las autoridades del Consejo Nacional Electoral aún no informan nada al respecto. En el directorio del jueves revisaron las exigencias que entregó la Mesa de la Unidad Democrática al rector Luis Emilio Rondón el miércoles, pero no respondieron.

De momento, solo se sabe que la verificación de las firmas durará hasta el 31 de mayo (tomará 30 días en lugar de los 5 que señala la normativa), que contiene 5 etapas de validación que no aparecen en el reglamento y, que luego, sin especificar cuándo, se colocarán las captahuellas para que los ciudadanos validen sus firmas en todo el país.

Vicente Bello, representante de la MUD ante el CNE, aclaró que esas cinco validaciones no están establecidas en la normativa, pues la única validación que se exige es la de manifestaciones de voluntad, que se hace directamente en el Sistema de Autenticación Integrado (captahuellas).

«Los ciudadanos deben ir al CNE. Todo lo demás son inventos de la Junta Nacional Electoral. No se necesitan dactiloscopistas, para eso están las captahuellas. Además, no sabemos de dónde vienen ni qué militancia ni qué confiabilidad profesional tienen. Visualmente alguien no puede decir si una huella es válida. Eso es una arbitrariedad para retrasar algo que debió terminar en cinco días».

Bello exigió al CNE informar cuanto antes dónde se colocarán los puntos de validación y cuándo se hará: «El CNE solo quiere complacer a (Nicolás) Maduro para ver si logra el milagro de evitar el revocatorio».

Aníbal Sánchez, consultor político de la MUD, aseveró que con las nuevas validaciones el CNE solo busca «enrarecer el clima en cuanto a los tiempos del revocatorio» y preparar el terreno para un lapso de reclamos que desea aplicar el PSUV, a pesar de que no aparece en la normativa electoral.

«En esta etapa el CNE está escuchando cualquier propuesta de los grupos políticos, especialmente comando antirrevocatorio, para incluir alcabalas que alarguen el proceso. A pesar de eso, el revocatorio puede hacerse este año, pues los lapsos técnicamente dan. Solo se necesita voluntad política», añadió.

Cambios. El Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello considera urgente una reforma electoral que ponga en práctica una ley de referendos que acabe con la discrecionalidad de los rectores, que emiten resoluciones o anuncien trámites imprevistos que retrasan el proceso (en este momento la ley de referendos que aprobó la MUD en el Parlamento espera por su lectura final y sanción).

El CEP-UCAB señala que la reforma debe delimitar claramente el proceso de recolección, procesamiento, verificación y validación de las firmas. «El CNE está exigiendo trámites no establecidos de forma taxativa en el reglamento, como la digitalización y transcripción de las planillas», advirtió.

El organismo indicó que el vacío legal en cuanto a los referendos revocatorios se evidencia incluso en que las normas y requisitos que se exigen actualmente para activar la consulta difieren de las que se aplicaron para el revocatorio de 2004.

«Este reglamento incluyó un trámite no establecido en la Constitución: la necesidad de recabar manifestaciones de voluntad equivalentes al 1% de los electores para solicitar el referéndum», añadió.

El Dato

La MUD hace su propia verificación de las firmas para activar el revocatorio, simultáneamente a la que hace el CNE. Aunque son las mismas firmas, los números son muy distintos. El margen de error en datos de electores que ha encontrado la MUD es de 5%, mientras que el del CNE está entre 15% y 20%.

«El problema es que si un operador del CNE no entiende una cédula o un nombre, lo copia como lo ve, y si no coincide luego con el Registro Electoral, lo invalida. Lo correcto es probar varias opciones lógicas: algo que parece un 4 puede ser un 9», explicó Roberto Picón, coordinador de los testigos de la oposición.

FUENTE: EL NACIONAL

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