Salir a la calle y comprar un perro caliente o una hamburguesa en un puesto ambulante para evitar gastos innecesarios en un establecimientos “más costoso”, ya no parece una opción para los venezolanos, pues aseguran que una “bala fría” puede rondar entre los 60 y los 200 mil bolívares.
Un perro caliente sencillo se puede conseguir en la mayor parte de los puestos en 60 mil bolívares, mientras que una hamburguesa de carne, también en su presentación más económica, puede rondar los 150 mil bolívares.
Tiempo atrás, comprar este tipo de comida rápida era una opción rentable para quien disponía de poco presupuesto, pero por sus altos precios se han convertido en un lujo que muy pocos se pueden dar.
Según lo reseñado por La Verdad de Vargas, el costo de los ingredientes es un factor clave en el alza de los precios, pues estos suben semana tras semana, lo cual hace difícil la tarea de abastecer los puestos de comida para sus propietarios.
Por otro lado, aquellos vendedores que no cuenta con un punto de venta, aseguran que en muchas oportunidades generan pérdidas, pues las personas actualmente no suelen ir con dinero a comprar sus productos, por lo que se ven obligados a alquilar y pagar entre un 5% y 10% de sus ventas diarias.
“Siempre hay que caminar para buscar ofertas. Cuando escasea la harina de trigo en las panaderías hay que estar cazando el pan, y por ocho unidades quieren cobrar hasta Bs. 90 mil. El paquete de salchichas de 22 unidades está en Bs. 400 mil y el kilo de carne ronda los Bs. 340 mil. Desde hace algunos meses dejé de trabajar con pollo”, señaló un vendedor.
Las bebidas como la malta y los refrescos son otro producto que muchos han dejado de vender. “Antes ofrecía refrescos y maltas, pero al hacer la estructura de costos, las cuentas no me dan. Ahora ofrecemos papelón con limón”, agregó.
Publicado por Sumarium
26/02/2018