Para algunos dañino, para otros esencial. El aceite comestible cerró junio del 2017 en aproximadamente Bs. 15.000 por litro, hoy un año después esta cifra no alcanza ni para un caramelo, mucho menos para comprar si quiera una gota de aceite.

El litro de aceite arribó esta semana a los 2 millones de bolívares, el doble de lo que costaba hace un mes, lo que lo hace una alternativa sustituible en la dieta del venezolano, quien desde hace tiempo ya tuvo que bajar el consumo de frituras, no por un tema de salud ni de estética, sino porque vive en un país con hiperinflación y de escasez de alimentos.

Con un salario mínimo de 3 millones de bolívares, un venezolano tiene no solo dificultad sino imposibilidad de acceder a cualquier producto de la canasta alimentaria familiar, pues la hiperinflación que golpea cruelmente a Venezuela ha generado un alza semanal en los precios de los pocos productos que se pueden conseguir en los supermercados y mercados.

Con una inflación de más de 100% en el mes de mayo, y una canasta básica que supera los 200 millones de bolívares, los venezolanos cada día ven cuesta arriba, poder adquirir los alimentos y productos básicos, haciéndose cada vez más limitada la sustitución de productos por otros con menor costo, ya que la hiperinflación ha alcanzado niveles exorbitantes en todos los anaqueles del país.

Con información de Descrifrado

Ir a la barra de herramientas