Desde que se denunciaran los primeros casos de difteria en el país, el 19 de septiembre pasado, la información suministrada por los voceros del Gobierno tiene una característica: se contradice.

Por ejemplo, el gobernador del estado Bolívar Francisco Rangel Gómez habló en dos ocasiones: la primera para decir que había 13 casos y la segunda para decir que no había ninguno.

La ministra de salud Luisana Melo se pronunció apenas este 11 de octubre, luego de que pasara casi un mes, para decir que los casos eran 4: dos fallecidos y dos vivos.

Este manejo comunicacional no solo va contra de las normas de la Organización Mundial de la Salud; genera confusión y temor en la población que no sabe realmente la magnitud a la que se está enfrentando.

Por otro lado, el doctor Hugo Lezama, representante del Colegio de Médicos del estado, aseguró que las acciones tampoco tienen del todo sentido. “El Gobierno activó las jornadas de vacunación e inició charlas con la epidemióloga regional, la doctora Cruz Cordero, pero se mantiene apegado a su versión de que no está pasando nada. Lo que está a la vista no necesita anteojos”.

FUENTE: EFECTO COCUYO

13 DE OCTUBRE DE 2016

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