Dengue, chikungunya, zika, parotiditis, amibiasis, neumonía, malaria, infecciones respiratorias agudas, diarreas, enfermedad VIH/Sida, sarampión, rubéola. Éstas forman parte del conjunto de 73 enfermedades que son de notificación obligatoria en los más de 13 mil centros de salud que tiene todo el país.

Sin embargo, determinar cuántos casos hay registrados de cada una de ellas, cuál es la tasa de incidencia, establecer comparaciones entre un año y otro, casos según las edades, registros por estado, se ha convertido en una “misión imposible”, cual título de película. Saber cuál es la data actualizada de las estadísticas de salud pública nacional es una cuenta pendiente que tiene el Ministerio del Poder Popular para la Salud.

Apenas, en 2016 durante la gestión de la exministra Luisana Melo, se publicó en el portal digital de la cartera de salud el anuario de morbilidad 2013, es decir, que existe una “mora estadística” de tres años en cuanto a los números en materia de salud. Esto sin mencionar que el anuario del 2012 no aparece en la página web, existiendo un “salto” de 2011 a 2013. Hay un año vacío.

No solo se trata de anuario de morbilidad, pues las estadísticas vitales: anuario de natalidad y mortalidad, cada uno presentando por separado, tienen un mayor desfase. El último de ellos fue actualizado en 2010, mientras que el último anuario de natalidad fue publicado en el portal en 2005.

La importancia de estos documentos la explica la misma cartera de salud en la página de presentación de los mismos: “Permitirle al Estado planificar, ejecutar y evaluar las políticas públicas en materia de salud, de allí la importancia de que esta información sea oportuna y que tenga una cobertura a nivel nacional, así los gerentes regionales y nacionales, de acuerdo con este diagnostico pueden gerenciar en sus comunidades para  bienestar de la población”.

El exministro de Sanidad y Asistencia Social, José Félix Oleta, enfatizó que no dar a conocer los indicadores en materia de salud: “Es una política de Estado, donde hay toda una estrategia para silenciar epidemias y problemas de salud (…) Para los especialistas en la salud estas son herramientas de trabajo. No se puede establecer estrategia en salud colectiva sin esos datos, más cuando hay enfermedades emergentes como zika, chikungunya, y reemergentes como la difteria. A los médicos se nos priva de una herramienta fundamental”.

La falta de indicadores de salud no se queda en los anuarios solamente, porque el ministerio tiene 17 meses que no publica el boletín epidemiológico. En él se recoge las cifras de 73 enfermedades endémicas y epidémicas de notificación obligatoria que permite trazar planes y estrategias para atacar fuentes de contagio conocer el comportamiento y llevar un control sanitario de las mismas.

El último boletín puesto en línea en el portal del ministerio fue la semana epidemiológica número 26, que corresponde desde el 28 de junio hasta el 4 de julio de 2015. Desde 1938, año de la creación de este boletín, el ministerio  realizó de forma ininterrumpida la publicación por más de seis décadas.

Este retraso en las estadísticas de salud han pasado por mano de tres ministros (Nancy Pérez, Henry Ventura y Luisana Melo), sin incluir a Antonieta Caporale, que fue recién nombrada por el presidente de la República, Nicolás Maduro. De hecho, esto debería de forma parte de los retos de Caporale: la actualización  de la data.

Durante este “vacío estadístico” el venezolano ha pasado por 2 enfermedades: Zika y Chikungunya, que han golpeado fuerte a la población. Ambos casos están   de las patologías de notificación obligatoria del Sistema de Vigilancia Epidemiológica Nacional.

En el caso del virus de Chikungunya, que fue declarado en octubre de 2014 como evento de notificación obligatoria por todo personal médico asistencial del país, se publicaron cifras al año siguiente. Y última s estadísticas que el país envió a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) corresponden a la semana epidemiológica número 32 del 2016, en la que se indica un registro de 3.107 casos sospechosos.

Para el Zika ocurrió lo mismo, hubo un desfase en la publicación del número de casos que se presentaron.

En 2009, en medio de la epidemia del virus AH1N1, suspendieron la publicación del informe en la semana epidemiológica 29 (15 al 21 de julio de 2007) y se reanudó 20 semanas después.

El exministro de Sanidad y Asistencia Social dijo: “Se nos viola el derecho de acceso de datos de interés público. Y un funcionario público está obligado constitucionalmente a ofrecer estos datos y darlos a conocer continúa y oportunamente (…) El problema comenzó con Jesús Mantilla, quien declaró públicamente que él no tenía voluntad para publicar esa información, porque eso era una información privada”.

La presidenta del Colegio de Médicos del estado Zulia, Dianela Parra, señaló que el hecho de no dar a conocer los datos números de la salud en el país es un obstáculo para el ejercicio efectivo de los galenos, y era un obstáculo del derecho a la salud y contraria a la calidad del sistema sanitario.

Se trató de contactar al secretario de Salur, Richard Hill, y precisar la situación de las cifras en la entidad, pero no fue posible establecer comunicación.

Fuente: Panorama

Fecha: 15 de enero de 2017

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