“No hay nada más doloroso que emigrar y saber que no tienes futuro en tu país”, dijo un docente antes de subirse a un avión en Caracas.

José Luis Guzmán argumenta que desde pequeño su pasión fue enseñar, por eso estuvo 15 años impartiendo clases en una escuela rural ubicada en la parroquia Pozo Verde en el estado Bolívar.A principio de año, por la difícil situación del país, José Luis tuvo que cruzar varias fronteras para llegar a su lugar de destino: Perú.

“Cobraba menos de 500 mil bolívares en una quincena, un sueldo que se me iba en el pasaje del transporte. Un día decidí dejar el país y comenzar de nuevo”, cuenta el hoy emigrante.

Actualmente, José Luis no trabaja como educador, sino que es mesero en un restaurante de la capital de Perú, Lima. Sin embargo, reconoce que aunque no ejerce la carrera que estudió, como mesero gana ese “salario digno” que no recibió como docente en Venezuela. Ante la profunda crisis económica, social, política y cultural que vive el país, miles de personas deciden emigrar para “sobrevivir” y buscar un mejor futuro.

Cifras internacionales

Los informes de mayo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) sostienen que los inmigrantes de nacionalidad venezolana en Latinoamérica pasaron de 89.000 a más de 900.000 personas entre los años 2015 y 2017, esta cifra representa un incremento de más del 900 %.

Los países sudamericanos que más reciben personas nacidas en Venezuela, son Colombia, Perú, Chile y Brasil.

Joel Millman, representante de la OIM, señala que hace unos meses,  el incremento de venezolanos en otras naciones supone una de las más grandes crisis migratorias de los últimos años. “Estos números son grandes. Es una de las mayores crisis migratorias que hemos vivido en los últimos cuatro años”, dijo el  portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones.

Otro de los organismos internacionales que ha presentado cifras, es el  Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). La agencia perteneciente a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) expuso que más de 170.000 ciudadanos venezolanos han solicitado asilo en todo el mundo. En junio del presente año, Acnur abrió tres oficinas en Perú para dar asistencia a los venezolanos.

El organismo informó que en el año 2017, el país sudamericano se convirtió en la nación con más solicitudes de asilo por parte de los venezolanos. Para esa fecha Perú recibía diariamente a alrededor de 2 mil venezolanos, lo que aumentó este año a 3 mil.

El Registro Administrativo de Migrantes Venezolanos en Colombia (Ramv) realizó entre el 6 de abril y el 8 de junio, un conteo de los inmigrantes venezolanos. Según este, en Colombia hay 442.462 personas del país, este número se traduce en 253.575 familias.

Educadores emigran

El éxodo de venezolanos ha tocado todos los sectores de la sociedad; hombres, mujeres, jóvenes y personas de la tercera edad se ven en la obligación de cruzan fronteras.

Uno de los gremios más afectados por la huida de los profesionales, ha sido el sector de educación. Cada año escolar que termina se ven las aulas de clases vacías, ya que ni alumnos ni profesores están en los pupitres y escritorios.

Doris Guzmán, presidenta del Colegio de Profesores de Venezuela en el municipio Caroní, revela que actualmente hay más de 3.000 renuncias de educadores en todos los colegios de primaria. “Existe una gran cantidad de colegas que se han ido y esto se refleja en la ausencia de profesores que existe en los diferentes planteles educativos de la ciudad”, expresa Guzmán.

La docente que hoy en día reclama “salarios dignos”, cuenta que una de sus colegas se fue a México a principios de año. “Se fue por la misma razón que todos, no se vive dignamente en el país. Ella hoy en día no ejercer la carrera, lo que hace es limpiar las cabinas de los aviones en los aeropuertos”, relata.

No hay profesores

La directora de un colegio de San Félix, quien optó por no decir su nombre, revela que el Ministerio de Educación no trata en las reuniones, el tema de la diáspora de profesionales de la educación. La profesora sostuvo que en una de las reuniones con los directores de los colegios ubicados en un mismo sector, un representante del Ministerio de Educación dijo que la mitad de los supervisores educativos del municipio se han ido.

“Antes eran más de 60 y ahora quedan alrededor de 38 supervisores. Se le escapó a una de las autoridades”, dijo. La directora recordó que a escala  nacional, más de 3.500 maestros se han ido de las escuelas de Fe y Alegría.

Igualmente, más de 1.600  educadores que laboran en 700 instituciones educativas de la Asociación Venezolana de Educación Católica (Avec), han presentado sus cartas de renuncia en este periodo escolar. Por su parte, la Asociación Nacional de Instituciones Educativas Privadas (Andiep) también ha hablado de los profesores que han abandonado las aulas.

Con respecto a los profesores de las universidades, Gladys Izarra, presidenta de la Asociación de Profesores de la Unexpo (Apunexpo), menciona que 25% de docentes de la casa de estudio de Guayana renunciaron por bajos salarios y muchos se han ido del país.

Con información de Primicia.com

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