Cuando faltan pocas semanas para la época decembrina y la llegada de la Navidad, los centros comerciales aún están sin adornos navideños. Algunos aunque sí tienen decoraciones, son escasas en comparación con años anteriores, y las jugueterías que en algún momento estuvieron llenas de artículos para regalar, ahora están cerradas, vacías o llenas de artículos con precios que están prohibidos para cualquier venezolano que devengue sueldo mínimo.
En portales de ventas por Internet se ofrecen juguetes usados: desde peluches a 100 bolívares soberanos, figuras de plástico de la famosa cadena de comida McDonald a 185 bolívares y un juego de bloques por 200, hasta una cocina plástica por 20.000 soberanos, que requeriría más de 11 salarios mínimos.
En los centros comerciales, donde solía haber jugueterías, ahora hay tiendas de ropa. Las que se mantienen muestran estanterías vacías y los únicos juegos que hay son de mesa y de producción nacional.
Una de las encargadas de una juguetería se sienta; a su alrededor la falta de juguetes es evidente. Cuenta que solo tienen artículos nacionales porque este año las importaciones no han llegado, y hasta donde sabe, no llegarán.
En las demás jugueterías, los artículos para bebés pequeños están entre los 3.900 y 15.700 bolívares soberanos; los demás superan los 5.000. Un oso de peluche, 10.944; un juego para hacer pulseras, 6.744; una peinadora con luces, 19.128; un camión amarillo, 13.607. Igualmente, la ropa se encuentra a precios entre 680 y 6.018 bolívares soberanos. Muchos de los artículos son inalcanzables con el salario mínimo actual, de 1.800 bolívares.
Otra presencia que falta en las jugueterías son las madres y padres, que necesitarían el sueldo de cinco meses de trabajo para pagar una figura pequeña de acción.
Con información de El Pitazo