El azúcar es el enemigo tradicional de una dentadura sana. Pero en la Venezuela de la hiperinflación, los precios dolarizados están acabando con las sonrisas de los venezolanos. El billete verde se impuso como ley en los servicios odontológicos como una manera para cubrir los costos en insumos. Muchos pacientes ya se resignan a ver caer sus dientes ante unos precios que, con tan solo verlos, duelen más que una muela cariada.

Cada vez son más los venezolanos que se privan de una salud dental optima por la dolarización de los servicios odontológicos, que varían de acuerdo a la complejidad del tratamiento. Los servicios parten desde una limpieza (8 dólares en promedio) hasta una dentadura postiza que puede superar los 300 dólares. Expertos consultados por El Estímulo explicaron que estos precios no son fijos porque dependen de la calidad de los materiales usados y de los honorarios.

Alberto Núñez es odontólogo y no aprueba que los precios de los tratamientos se dolaricen. Pero está convencido que el dólar sirve de paraguas a la crisis. ¨No es lo correcto, pero al final cuando hay que comprar los materiales entiendes que el costo de estos es superior a lo que muchos quisieran que les cobraran¨.

Los materiales como guantes, resinas y limas son los más utilizados en un tratamiento y todos son importados. Dijo que el uso de estos utensilios dispara los precios apenas una persona abre la boca ante un especialista en endodoncia u ortodoncia.

“Un paquete de guantes de 100 unidades te vale 3 millones (de bolívares) y son difíciles de encontrar. Un tubo de resina de 10 gramos está alrededor de 15 dólares y un set de cinco limas que tiene una vida útil de cinco pacientes vale 12 dólares”, precisó.

Los altos costos en los materiales pueden llevar a una consulta hasta los 800.000 bolívares, por lo que muchos expertos prefieren dolarizar sus servicios a unos clientes con salarios en bolívares devaluados. Sin embargo, este cambio de moneda en el ramo no es uniforme. Al igual que ocurre en otros servicios médicos privados venezolanos, muchos especialistas cobran en moneda local, pero a precios que varían al ritmo de la inflación.

El presidente del Colegio de Odontólogos, Pablo Quinteros reconoció la dolarización del gremio. Dijo que los servicios en billete verde obedece a dos factores .”El primero es que 98% de los materiales utilizados provienen del extranjero. El segundo es que la cantidad de pacientes ha disminuido”.

Esta realidad ha hecho que los ingresos bajen, volviendo menos rentable la labor, explicó el dirigente gremial. Estimó un promedio de 18 personas que acudían por día a una consulta el año pasado. En la actualidad, esa cifra bajó a cinco en promedio.

El odontólogo precisó que el Colegio no tiene potestad para establecer una tasa fija de precios. “Cada profesional cobrará según su experiencia y costo de instrumentos. Es algo que no se puede discutir”, apuntó.

La crisis en el sector odontológico inició en 2014. En 2017 fue su peor año, afirmó el colegiado. “No todo el mundo está dispuesto a pagar un tratamiento de conducto en 50 dólares o un blanqueamiento en 30 dólares y si nos vamos a los implantes dentales superamos los 100 dólares”.

Muchas de las aseguradoras privadas del país han quitado los servicios de odontologías de las pólizas debido a sus altos precios. Los tratamientos como endodoncias y amalgamas desparecieron, ahora estas empresas solo ofrecen limpiezas y coronas, explicó la corredora de seguros Kristel Sosa.

Los altos precios explican por sí mismos la merma de los pacientes en los consultorios. Sin embargo, muchos de los que se sientan en las sillas odontológicas son personas que quieren abandonar el país y aprovechan que aquí es mas económico que en otras partes del mundo, agregaron los especialistas a El Estímulo.

Un caso emblemático es el de José Álvarez, quien desde sus 53 años, se ha sometido a distintos procedimientos odontológicos. Hoy tiene 77 años. “Para mí es importante la estética, trabajo dando conferencias y no puedo darme el lujo de que me falte un diente”.

Por fortuna, Álvarez tiene una hija en Estados Unidos que lo ayuda con los gastos. Afirmó que si ella no estuviera, en su boca no habría ni un diente sujetado a su mandíbula. Todos sus dientes han pasado por algún tratamiento de conducto. Algunas de sus piezas dentales son implantes.

El septuagenario aseguró que todo sus tratamientos han sido pagados en dólares. “Transferencia o efectivo. De una te lo dicen”, afirmó. Álvarez calculó una inversión de 3.000 dólares destinada a mantener su salud bucal. Una cifra que, de acuerdo a sus cálculos, puede duplicarse o triplicarse si se hubiera hecho lo mismo en Estados Unidos.

“No culpo a los odontólogos por lo que hacen, pero es lamentable, ni si quiera alguien de clase media lo podría costear, o comes o pagas el tratamiento”, expresó.

Publicado por El Estímulo
09/05/2018

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