Las madres de los pacientes del hospital de niños José Manuel de los Ríos denunciaron que la directiva del centro pediátrico se rehúsa a permitir el ingreso de donaciones a las instalaciones.

En una protesta en la avenida Vollmer de Caracas, madres de los servicios de Nefrología y Neurocirugía manifestaron a las puertas del hospital para advertir sobre las precarias condiciones del centro y denunciar que la dirección rechaza el ingreso de donativos de todo tipo, entre ellos productos de higiene, insumos y comida.

“La semana pasada vino una señora a donar pañales y no la dejaron entrar”, denunció Emilse Arellano, madre de un paciente renal. “Hay un grupo de cristianos que también vino a traer comida y fue lo mismo. Tuvimos que bajar porque no los querían dejar pasar”.

Daniuska Agrá tiene un mes esperando en el hospital que a su hija con hidrocefalia le coloquen una válvula. Sin embargo, la madre denunció que a pesar de que el dispositivo llegó al J.M. de los Ríos mediante donativos, el lote de insumos fue rechazado.

“Llegó el lunes pasado (4 de febrero) y la dirección no permitió que las donaciones ingresaran. Una válvula de esas cuesta 450 dólares, yo no tengo cómo pagarla. Si no la dejaron entrar entonces deben ser que aquí la tienen”, inquirió Agrá.

Ariannys Gómez, también madre del servicio de Nefrología, aseguró que los pacientes “sobreviven” gracias a las donaciones que llegan al centro pediátrico. “Hasta rechazan el ingreso de comida, dicen que aquí no hace falta, que aquí hay todo”, expresó Gómez.

El pasado martes, 5 de febrero, se cumplieron 10 meses desde que se suspendió la alimentación que suministraba el J.M. de los Ríos a las mujeres cuidadoras (madres o abuelas).

Desde el 5 de abril de año pasado, fecha en la que el Ministerio de Salud cerró sus oficinas de atención en el centro asistencial, las mamás no reciben las ayudas económicas que eran otorgadas para costear hospedaje (en el caso de los pacientes que viajan del interior del país), comida y exámenes médicos.

Hasta la fecha, las mismas madres son las que corren con estos gastos.

Entre bacterias

Andrés Fernández es un adolescente del servicio de Nefrología y tiene ya más de cinco meses hospitalizado en el piso cuatro de J.M. de los Ríos a la espera de un cambio de catéter. El suyo está contaminado con dos bacterias: pseudomona y estafilococo.

Se ha infectado tantas veces y ha requerido tantos cambios de catéter que su madre, Vicky Fernández, dice que ya perdió la cuenta. “Estamos buscando un catéter especial con una prótesis para que lo operen y se lo coloquen. Ya no tenemos dónde más agarrarle el acceso”, aseguró la madre.

A casi dos años del brote infeccioso que enlutó al servicio de Nefrología a partir de mayo de 2017, las bacterias siguen proliferando en el hospital.

A Winder, otro paciente renal, lo ingresaron a quirófano hace 15 días para cambiarle el catéter y ya volvió a contaminarse.

Las madres del servicio denuncian que el hospital no realiza el mantenimiento ni la limpieza de los tanques que surten a las plantas de ósmosis de la hemodiálisis, donde los niños y adolescentes reciben tratamiento.

“Al menos seis niños del servicio de Nefrología están contaminados con hongos y bacterias”, advirtió Liliana Chinaglia, madre de otro paciente renal. “Si lo que quieren (la dirección) es que los niños fallezcan, que cierren el hospital”.

Con información de Efecto Cocuyo

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