La abogada y presidenta de Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, Rocío San Miguel, sostiene que los señalamientos de Rodríguez responden a una “fórmula cubana” que busca sembrar miedo y doblegar a la Fuerza Armada Nacional.

Era de esperarse este montaje. Este formato fue inaugurado en 2014 con el denominado Golpe Azul y se utilizan delatores y delatados para formar expedientes que tienen en simultáneo una narración televisiva. Esto es muy peligroso desde todo punto de vista porque escapa al debido proceso, al derecho a la defensa y a los más elementales derechos civiles”, advierte.

La especialista insiste en que la acción de funcionarios encapuchados y con armas largas en contra de estos funcionarios “es un mecanismo que se está utilizando para mantener a raya a la Fuerza Armada Nacional”.

“Esto forma parte también de una paranoia que está siendo alimentada alrededor de (Nicolás) Maduro, es una fórmula cubana que ha demostrado ser muy eficaz porque el miedo permite doblegar (…) enmascara una estructura de poder que insiste en la línea del terrorismo de Estado”, afirma.

Y agrega “Es un golpe muy duro para los procesos de diálogo que se dan en Oslo (Noruega)”.

San Miguel destaca que los detenidos “no tienen un peso específico en la dinámica de poder dentro de la Fuerza Armada Nacional” y pueden estar asociadas a un “pase de factura”.

“Hay un General agregado que fue agregado militar en Rusia, hay que preguntarse por qué ahora lo implican”, señala.

El General de brigada de la Aviación es Miguel Carmelo Sisco Mora, quien venía ejerciendo el cargo de director del Servicio Autónomo Aeropuerto de Aragua Florencio Gómez, conocido como Aeropuerto Tacarigua, en Maracay, y fue agregado militar en Rusia en 2013.

Según el ministro Jorge Rodríguez, Sisco fue reclutado por el General Eduardo Báez Torrealba “para participar en el golpe de Estado”.

El Coronel retirado de la Aviación Miguel Castillo también habría sido reclutado por Báez, según Rodríguez.

El capitán de Corbeta de la Armada, Rafael Acosta, fue comprometido en un supuesto plan para poner explosivos en las antenas de comunicaciones en Fuerte Tiuna y en vías públicas, específicamente en el túnel La Cabrera y la autopista Valle Coche.

Su objetivo, según Rodríguez, incluía tomar las instalaciones del Banco Central de Venezuela (BCV) para robar el parque de armas y los vehículos blindados para ir a Miraflores.

Según el ministro de Comunicación, los excomisarios del Cicpc Miguel Ibarreto y José Gregorio Valladares fueron reclutados para “matar a líderes sociales en la avenida Sucre”, en Caracas.

El único militar que no fue mencionado en la declaración de Rodríguez es el Coronel retirado de la Aviación Francisco Torres.

Pero se agregó un nombre a la lista de los detenidos: el General retirado José Ramón Lozada Saavedra. La abogada Tamara Suju denunció que funcionarios de contrainteligencia militar lo sacaron de su casa y subrayó que su caso fue denunciado ante la Corte Penal Internacional porque ya fue víctima de desaparición y torturas.

Con información de Efecto Cocuyo

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