La falta de medicinas e insumos médicos es el resultado de una crisis de salud que erosiona fuertemente el sector farmacéutico del país. Tal aseveración es realizada por Marcela Máspero, coordinadora nacional de la Unión Nacional de Trabajadores (Unete) y presidenta de la Federación de Trabajadores de la Industria Química Farmacéutica, quien subrayó que el gremio, al igual que todos los demás en Venezuela, se encuentra gravemente afectado por la falta de materias primas, a las cuales no se tiene acceso por el control cambiario que limita las importaciones particulares.

El Gobierno adeuda importantes cifras a proveedores y laboratorios del extranjero, que han congelado los créditos de Venezuela, a esperas de desembolsos de pago, mientras que la industria nacional registra severas paralizaciones.

–El sector farmacéutico tiene enormes dificultades, con sus materias primas. Con los empresarios farmacéuticos se hizo un show, pero las materias primas y suministros acordados nunca llegaron. Máspero subrayó que si bien es cierto que las plantas del país trabajan al máximo de capacidad, esto es así porque existe una alta demanda. Sin embargo, no se labora con la totalidad de los productos que pudieran elaborarse en el país.

“Muchos medicamentos se están importando. Lamentablemente también para privilegiar a sectores importadores, al igual que como ocurre en el sector alimentos… Son ellos quienes obtienen las grandes ganancias en este momento y, producto de eso, cinco empresas trasnacionales se fueron del país, diezmando la producción nacional”, comentó la también coordinadora nacional de Unete, quien expresó que numerosos medicamentos aún no han sido sustituidos dentro del mercado criollo y son de suma necesidad.

-Cuatro plantas del país también están en dificultades, así como otras están boyantes, pero todo eso tiene que ver con las políticas para materias primas y comercialización. En opinión de la dirigente sindical del sector, “es un tema de políticas públicas, donde se tienen que sentar quienes saben y no el general del arroz, del aceite o el de las caraotas, decidiendo como militares con enormes salarios y privilegios, para seguir contrabandeando, mientras tenemos todos los problemas que tenemos”. Expresó que la crisis actual se resuelve con diálogo social y políticas públicas en el sector económico, pero el Gobierno no ha dado una sola señal de corrección.

FUENTE: EL IMPULSO

23 DE DICIEMBRE DE 2016

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