La directora ejecutiva de Ipys señala que ha habido un sistemático y permanente cierre de medios a través de distintos mecanismos, ya sean decisiones administrativas, el marco legal que se creó específicamente para la restricción a la libertad de prensa en Venezuela y todas las acciones de amenazas y ataques físicos.
Marianela Balbi, directora ejecutiva del Instituto Prensa y Sociedad (Ipys), considera que, después de 20 años estamos, presenciando en Venezuela los efectos de un modelo de comunicación hegemónica que sin duda se ha impuesto en Venezuela, eso sí, con algunas particularidades, que explica en el espacio Conversaciones del portal de la asociación Diálogo Ciudadano Colombo Venezolano que conducen Txomin Las Heras y Alejandro Martínez y que reproducimos en TalCual.
“A pesar de que en el último informe de Ipys de 2020 presentamos dos casos de asesinatos de periodistas y un intento de homicidio, el asesinato de periodistas en Venezuela no ha sido una constante como lo es en México, en Honduras e, incluso, en Paraguay en 2017. Sin embargo, aunque esta es la forma más extrema de violencia, nosotros estamos en una condición y en una situación de restricciones a la libertad de expresión gravísima, muchísimo más grave de lo que ocurre en prácticamente todos los países de la región, quizás con la excepción de Cuba, con quien cada vez nos estamos pareciendo cada vez más”, dice Balbi.
La directora ejecutiva de Ipys señala que ha habido un sistemático y permanente cierre de medios a través de distintos mecanismos, ya sean decisiones administrativas, el marco legal que se creó específicamente para la restricción a la libertad de prensa en Venezuela y todas las acciones de amenazas y ataques físicos. “Pero se suman a ello las detenciones arbitrarias de muchísima gravedad que hemos visto en los últimos años y, unido a ello, el tema del uso del aparato judicial para amedrentar a los periodistas. Esa es otra característica que estamos viendo con mucha preocupación”.
A estos señalamientos Balbi agrega las limitaciones a la información pública en Venezuela pues no existe una ley de acceso a la misma. “Somos el único país, después de Cuba y Bolivia – Costa Rica lo tiene incluido en su Constitución aunque no tiene un instrumento legal específico- que no cuenta con una Ley de Acceso a la Información Pública y esa es una gran deuda con los venezolanos que nos ayudaría muchísimo”.
Las cartas del canciller Arreaza
A juicio de Balbi, lo más llamativo de la carta que el canciller Jorge Arreaza envió recientemente a la agencia France Presse, es que se trata de una presión dirigida contra una de las últimas ventanas abiertas que aún existen en Venezuela de manera independiente para hacer periodismo libre y sin censura sobre lo que ahí ocurre. “Creo que el panorama de censura que existe en Venezuela ha ido degradándose cada vez más y realmente en ente momento los venezolanos nos enteramos más por lo que escriben los medios internacionales que por lo que pueden hacer los medios en Venezuela. La carta es una demostración de que esas ventanas están molestando al régimen de Nicolás Maduro y se sienten en la libertad, así como han condicionado a los medios venezolanos, de poder enviar comunicaciones, no solamente a France Presse (AFP) sino a la Deutsche Welle (DW) y a otros medios que reflejan lo que está ocurriendo en Venezuela pero que para el régimen no es una versión potable”.
Cifras de la censura
En el último informe de Ipys de 2020 se reflejan 150 acciones de censura, la suspensión de señal a 10 televisoras extranjeras y el cierre de 8 emisoras de radio en diferentes regiones de Venezuela. “Esto resulta muy relevante, porque nosotros los estamos relacionando con un estudio que hicimos recientemente que se llama Atlas del silencio: desierto de noticias en Venezuela, donde llegamos a levantar información en 317 de los 335 municipios que existen en el país y descubrimos que el 90 por ciento de ellos tiene un solo medio de comunicación, a veces dos, lo cual los declara desiertos informativos”, explica Balbi.
Según este último estudio de Ipys, 5 millones de venezolanos no tienen medios locales que reproduzcan su informaciones y que les permitan expresarse y 14 millones de venezolanos viven en territorios considerados como desiertos informativos moderados, lo que quiere decir que no tienen más de uno o dos medios de comunicación. Además, hoy en día el 37 por ciento de los venezolanos se informan únicamente por radio, lo que explica por qué estos medios están siendo atacados ahora. El estudio reveló también que apenas un 6 por ciento de la población se enteraba de las noticias por prensa escrita, pues ésta prácticamente ha desaparecido. Y sólo un 8 por ciento los hace por televisión abierta, “lo cual indica que ésta o no existe o no está cumpliendo su papel fundamental porque se ha plegado a las líneas informativas progubernamentales”, indica Balbi.
“Solamente están quedando las plataformas digitales, sujetas a ataques, a bloqueos y a todo lo que tiene que ver con la baja conectividad a Internet en Venezuela, una situación que nos da un panorama muy oscuro y dramático que refleja los efectos de ese modelo hegemónico donde, sin necesidad de llegar a una violencia extrema, estamos en un territorio totalmente desinformado, opaco y sin posibilidad de una libertad de prensa y expresión plenas”, según la directora ejecutiva de Ipys.
Con información de Tal Cual