En una extenso escrito, el Obispo de San Cristóbal, Monseñor Mario Moronta, volvió a alertar que se avecinan tiempos más oscuros para la República ante la imposición del estado Comunal y el proceso de «islamización» a partir del 2021.

«Con la nueva Asamblea Nacional que, nos guste o no, legítima o no (no para ellos) se impondrá en el 2021 el inicio del nuevo Estado: el «comunal», con la desaparición definitiva de todo lo que huela a «cuarta república» y al pasado. Comienza la nueva etapa, la consolidación de la revolución, sin necesidad de mucho esfuerzo. Tal como lo había adelantado Chávez», dijo Moronta.

Asegura Monseñor que el proyecto que van poner en práctica eliminará la Asamblea Nacional, los municipios, concejos municipales y cualquier tipo de organización social que aparezca en el ordenamiento jurídico venezolano. «Hasta se cambiarán algunos nombres, por ejemplo el de «parroquia» cuyo origen es eclesiástico».

Así mismo, denunció que la excesiva presencia de iraníes en Venezuela, llevaría al país hacia un proceso de «islamización» lo que puede generar mayores consecuencias en el futuro. «Hace 10 años se calculaba en 12 mil iraníes operando en el país en áreas específicas.

Monseñor Mario Moronta expone que a los iraníes poco les interesa los recursos venezolanos, porque su mayor interés es establecer una base estratégica de carácter geopolítico. «Venezuela se convierte de forma «pacífica» en un partner de Irán, lograron sin mucho esfuerzo un espacio de penetración en un lugar privilegiado de América Latina».

Agrega que la llamada revolución bolivariana va cumpliendo su hoja de ruta, con sus motores de la revolución, la propuesta de avanzar en la fecha del 2021 implementando un sistema que lamentablemente, está en vísperas de imponerse.

«Si de verdad somos serios y sinceros en nuestro proceder, considero que hay que hacerlo? es tarde para revertir quizás lo que nos viene. Pero no es tarde si pensamos en la necesidad de prepararnos mejor para enfrentar algo que ya tenemos a la vuelta de la esquina». Alertó el representante de la Diócesis de San Cristóbal.

Destruir la industria petrolera es parte del plan

Moronta del Valle explica que en la hoja de ruta del proceso del estado Comunal está la destrucción de la industria petrolera. «La única manera de cambiar la sociedad es destruyendo el aparato productivo, en este caso la industria petrolera, esto para que renazca la nueva Venezuela que se convertirá en potencia, pero desde «el poder popular».

«En el caso de Venezuela, esto está clarísimo. Nos quejamos pero no pasamos de allí, lamentablemente: nos quejamos de que no hay gasolina, de que los servicios públicos no sirven, de que no hay gas, etc. Y nos quejamos de que en puestos claves parece colocarse «gente incapaz». En el fondo es parte de la política ideologizada para destruir el Estado e imponer en su debido momento el Estado Comunal a partir del 2021″.

Prosigue en el comunicado, el Obispo eleva las alertas al indicar que desde Chávez y hasta los que figuran en el alto poder, tienen como objetivo aplicar la estrategia «Gramsciana» que está en curso para terminar de imponer el sistema hegemónico y totalitario en el 2021.

La presencia de cubanos en puestos claves de mando dentro del estamento militar, en instituciones claves como identificación, empresas básicas, y desde hace una década la llegada de iraníes a puestos estratégicos con su proceso de ideologización hacia el «islamismo», forman parte de la propuesta creada en laboratorios instalados desarrollados bajo la inspiración del marxista italiano A. Gramsci».

Moronta: «Estamos en un abismo»

En su extensa reflexión, Monseñor Moronta, alerta que al régimen que preside Nicolás Maduro no le interesa nada, ni por la crisis humanitaria que vive el pueblo, mucho menos por los informes de los Derechos Humanos, porque su afán es destruir todo lo que huela a «viejo» a la «cuarta república», etc.

Y se pregunta: «¿Después de la consulta, qué? ¿Después del 6D, qué? Hace falta un verdadero discernimiento cómo se diría en el planteamiento Episcopal mencionado. Quisiera estar equivocado, pero siento de verdad que no lo estoy. Estamos ahora ante un abismo y no podemos dar un paso adelante, pues nos precipitamos al precipicio. Tampoco podemos seguir con la postura del avestruz ocultando la cabeza en cualquier hoyo para tener la sensación de que no pasa nada. Menos debemos huir de la realidad».

En su disertación el líder espiritual de los tachirenses, agrega que un paso importante «es tomar conciencia del desastre en el que estamos metidos, de lo que nos viene, atender la voz de un pueblo que requiere de un auténtico liderazgo que brinde la verdadera esperanza y no fantasías. No es tiempo de inmediatismos baratos. Es tiempo sí de responder inmediatamente pero con la conciencia de dos cosas: somos nosotros mismos quienes vamos a dar la respuesta, con ayudas de otros, pero somos nosotros? y, esto implicará asumir que el camino no será ni corto ni fácil».

Con información de La Prensa de Táchira

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