Un total de 88 niños, entre neonatos y menores de un año, han muerto de enero a septiembre de 2017 por infecciones nosocomiales adquiridas directamente en el Hospital Universitario de Los Andes (Hula) donde se cuentan, además, 443 pacientes de todas las edades muertos por la misma causa, reseñó El Tiempo de Venezuela.
La cifra alarma a la Unidad de Neonatología donde médicos especialistas y personal de salud libran a diario una batalla contra la escasez de insumos y medicamentos.
Janaika Machado, pediatra neonatólogo, jefe del Servicio de Neonatología del Hula, aseguró que cada seis días muere un recién nacido por una infección adquirida en el hospital de Mérida.
De enero a septiembre de 2017, al menos 43 neonatos han fallecido por infecciones nosocomiales que adquirieron en la Unidad de Neonatología por tener deficiencias en cuanto a insumos, medicamentos, equipos para atenderlos y para esterilizar insumos.
Solo en el mes de septiembre de 25 neonatos fallecidos en la unidad del hospital universitario, 13 murieron por las infecciones que hay en el centro asistencial.
Machado describió la cruda realidad del área a su cargo en la cual se cuentan 136 neonatos fallecidos por casos como ser prematuros y malformaciones congénitas, entre otras, y en esa cifra se incluyen los 43 recién nacidos muertos por infecciones nosocomiales.
Las estadísticas ofrecidas por la especialista buscan lograr acciones favorables para la Unidad de Neonatología por parte de gobernantes y autoridades, dado que en pleno conocimiento de lo que ocurre nada han hecho por frenar la mortalidad por sepsis.
“No busco contravenir a nadie, pero hay cosas que no esperan”, dijo Janaika Machado, con un año al frente del servicio de Neonatología.
“El hospital se acabó”
El pediatra intensivista e integrante del Comité de Infecciones Intrahospitalarias, Akbar Fuenmayor, informó que 443 personas de todas las edades han muerto de enero a septiembre en el hospital de Mérida por infecciones adquiridas en el centro asistencial.
Del total de fallecidos por sepsis, 88 son niños menores de un año, cifra que alarma a los médicos porque evidencia la presencia en el hospital de gérmenes resistentes prácticamente a todos los antibióticos.
Para Fuenmayor las infecciones hospitalarias son consecuencia de la falta de jabón para lavarse las manos, de guantes y batas para manipular al paciente, de la falta de esterilización de insumos, entre otras situaciones que no ha resuelto la dirección del hospital.
Fuente: La Patilla
Fecha: 09 de octubre de 2017