Más  de 200 tubos de aguas blancas se rompen diariamente en la Gran Caracas, producto de que ya cumplieron su vida útil; y se requiere la sustitución de tuberías,  según evaluación de Norberto Bausson, exvicepresidente de operaciones de Hidrocapital  y experto en la materia.

La red de distribución de agua en la Gran Caracas está conformada por unos 4 mil kilómetros de tuberías, las cuales hace ya de 30 a 40 años que cumplieron su vida útil. Para evitar estas roturas, se requiere que se sustituyan mínimo 40 kilómetros al año, como una política de mantenimiento preventivo que requiere cualquier acueducto tan complejo como el que opera Hidrocapital, no solo en Caracas sino en las ciudades dormitorio.

A esta situación se une el constante racionamiento de agua que el próximo mes de mayo cumple ya tres años de anunciarse, lo que le ha cambiado la rutina los vecinos de los municipios más afectados.

Mildred Pérez, vecina del casco de Chacao, afirma que planifica sus actividades semanales en base a los días en que le llega el agua a su apartamento. «Prefiero dejar de hacer algo para poder llenar los envases o por lo menos lavar en la media hora que me ponen el agua en el edificio, este problema de falta de agua se quedó para siempre en Chacao».

Según denunció, por el racionamiento que aplica Hidrocapital, desde hace casi tres años, el casco de Chacao no recibe agua tres días a la semana (lunes, martes y miércoles), pero igual el resto de los días no hay, porque en los edificios donde el tanque es pequeño  imponen un cronograma de racionamiento, así que «nunca me puedo bañar en la regadera sino con un tobito. En los tres años del racionamiento dos veces he tenido que mandar a limpiar las cañerías y desagües porque se tapan de sedimentos debido a que no corre agua».

Belinda Milazzo, vecina de Los Samanes en Baruta, también afirma que la falta de agua se ha convertido en un problema porque no es un suministro constante sino intermitente. «Desde hace mes y medio solo colocan el agua media hora en la mañana y media hora en la noche. Yo tengo que lavar por partes, y cuando tengo que hacer alguna diligencia en la calle trato de hacerla antes de la hora que colocan el agua para poder almacenar».

Por su parte, Elizabeth Fagres, de La Urbina, señaló que en más de dos oportunidades han enviado comunicaciones a Hidrocapital para que «nos informen porque se mantiene el racionamiento cuando ha llovido tanto en los embalses, además tenemos un problema porque solo en la avenida principal hay cinco botes de agua desde hace seis meses y no lo arreglan y pensamos que eso también puede afectar el suministro del servicio».

Según relata, los vecinos hacen como especies de guardias para estar pendiente de cuándo llega el agua de la calle para encender las bombas hidroneumáticas, por cuanto han tenido que reparar algunos de esos equipos por esa misma situación.

Con información de: El Universal

Fecha: 02 de marzo de 2017

Ir a la barra de herramientas