Para el 2016 la banca nacional tenía 75 mil trabajadores, ahora tiene 41.760. Así lo informó el secretario general de la Federación de Trabajadores Bancarios y Afines (Fetrabanca), Claudio Rivas.

Radio Fe y Alegría Noticias 

Durante los últimos cinco años la banca ha presentado una deserción laboral significativa porque, según afirmó Rivas, para Radio Fe y Alegría Noticias, los trabajadores bancarios emigran al comercio informal o se van a otros países a probar suerte.

Según los datos ofrecidos, en octubre de 2019 la banca perdió 24.700 empleados y para el 2020 se fueron 3.900 trabajadores más.

«La disminución ha sido constante año tras año, al igual que las oficinas. Los trabajadores han sido los más golpeados en cinco años consecutivos de hiperinflación, generando desconcierto al ver que sus ingresos no alcanzan como medio de sustento», dijo.

A su vez, alegó que como consecuencia de los bajos salarios la caída del recurso humano continuará.

“El sector no pasa por su mejor momento”
De acuerdo con el secretario, la disminución o el cierre de oficinas demuestra la dura realidad que atraviesa el sector bancario que «sucumbe ante las desacertadas políticas económicas del Ejecutivo nacional y las medidas restrictivas aplicadas».

Rivas explicó que el mayor problema económico de la banca es el encaje legal. «El encaje legal impuesto por el Banco Central de Venezuela (BCV) ha traído graves consecuencias, ha paralizado la intervención financiera colocando a los bancos en una posición peligrosa, ya que éstos viven del préstamo de dinero», precisó.

Señaló que ya la situación se ha vuelto «insostenible», pues el banco solo funciona como pagadores de nóminas.

«Las instituciones financieras se han reducido drásticamente, puesto que las operaciones de intermediación financiera son difíciles en un entorno hiperinflacionario y más aún si se deben enfrentar restricciones como límites de tasa de interés y requerimiento de encajes inauditos», acotó.

Añadió que desde Fetrabanca mantienen la postura de reactivar los créditos para microempresa, vivienda, altruismo, manufactura y créditos agropecuarios, de manera que se pueda dar el impulso social que necesita Venezuela.

«Para lograr esto es necesario que el Ejecutivo nacional a través del BCV baje el encaje legal y los bancos vuelvan a la intermediación financiera. Es una necesidad que la banca reactive el crédito sin la camisa de fuerza que representa el encaje legal, así poder impulsar el aparato productivo del país, sin eso estamos en graves problemas frente al tema económico», finalizó.

Con información de Radio Fe y Alegría Noticias

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