El próximo 1 de junio se cumplirá un año desde que se suspendió la ayuda social brindada a pacientes requeridores de un trasplante. Esta acción ha dejado a más de 5.000 pacientes en lista de espera para poder recibir el trasplante necesario para mantenerse con vida. Fundavene desde el 2012 asumió las funciones de La Organización Nacional de Trasplante de Venezuela, que manejaba el “Programa Nacional de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos.
Por la crisis de salud, aquellos pacientes con insuficiencia renal se limitan a recibir un tratamiento de diálisis, que excede las recomendaciones médicas de aplicarlo como de forma temporal no mayor a los seis meses.
La diálisis prolongada por más de doce meses disminuye las probabilidades de ser receptor de órganos por el daño cardiovascular que puede producir dicho procedimiento médico.
Es importante recordar que en este momento existen solo 1000 máquinas de diálisis del Instituto Venezolano de Seguro Sociales (IVSS) que se encuentran distribuidas en todo el país, esta situación afecta a las 16.000 personas que requieren del tratamiento para vivir.
La escasez de medicamentos para pacientes trasplantados también es una realidad. La ausencia prolongada de inmunosupresores ha causado la muerte de seis trasplantados en los primeros cinco meses del 2018. Todas fueron muertes evitables, pero en el contexto de emergencia humanitaria compleja las autoridades por acción u omisión están incumpliendo sus obligaciones de defender el derecho a la salud y la vida de los venezolanos.
Con información de El Estímulo