Poco duró el alivio de la gasolina iraní en Venezuela. Durante esta semana a punto de finalizar, el paisaje alrededor de las estaciones de servicio en las principales ciudades del país, incluyendo Caracas, es similar al de hace seis semanas: largas colas de vehículos buscando llenar sus tanques.

El fantasma de la escasez de combustible vuelve a alarmar a los venezolanos, sin que se vislumbre una solución inmediata en el camino, para darle más conflictividad a un país envuelto en cuarentena por COVID-19, agrio clima preelectoral e imparable crisis económica.

Según el diputado opositor Omar González, la gasolina que el régimen de Nicolás Maduro compró a Irán se está distribuyendo solo entre los vinculados al chavismo y gran parte se ha enviado a Cuba.

“Actualmente 8 de cada 10 bombas en el país están cerradas por falta de gasolina. Las colas para recargar combustible se han concentrado en dos ó tres gasolineras, cuando mucho, en el interior de Venezuela, debido a que son pocas las bombas que están surtiendo a la ciudadanía”, advirtió.

Según el Observatorio Popular de la Gasolina de Primero Justicia, Cumaná, capital del estado Sucre, es la ciudad más afectada del país por la creciente crisis de combustible, puesto que no se ha suministrado al público en los últimos dos meses.

Desde el ojo internacional

Según un informe del portal especializado en economía y energía Bloomberg, Venezuela está cerrando una vez más las estaciones de servicio en todo el país, a medida que la escasez crónica de combustible se profundiza debido a problemas en las refinerías y a las sanciones paralizantes que limitan las importaciones al país.

Reseña el portal que 950 de 1.570 estaciones de servicio en el país (más del 60 %) permanecen cerradas o trabajan pocas horas debido a la escasez.

“La petrolera estatal Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa) está racionando el combustible. La medida es en parte resultado de dos de las refinerías más grandes del país que sufrieron graves averías en las últimas semanas en medio de amplias sanciones del gobierno de Estados Unidos que prohíben la venta de gasolina al país”, indica Bloomberg.

La escasez se ha profundizado desde que Irán envió cinco petroleros cargados de combustible en mayo y junio a Venezuela, lo que provocó que los funcionarios estadounidenses emitieran advertencias a Teherán. Desde entonces no se han recibido más envíos. Irán también envió técnicos para ayudar a mejorar la confiabilidad de las refinerías del país con poco éxito.

Lo cierto es que Venezuela está de regreso a donde estaba en marzo, cuando los residentes de Caracas, generalmente los últimos en experimentar escasez de combustible, hicieron fila durante días o pagaron hasta 4 dólares por litro para llenar sus autos en el mercado negro.

Unas 950 de las 1.570 gasolineras han sido cerradas o están operando en un horario muy limitado, según una fuente de Bloomberg, que pidió no ser identificada porque la información no es pública.

Un tanquero iraní “perdido”

Según Bloomberg, en mayo una flota de barcos zarpó hacia Venezuela con gasolina iraní, sorprendiendo a los observadores internacionales que se preguntaban si las dos naciones desafiarían descaradamente los esfuerzos de sanciones estadounidenses en un Mar Caribe patrullado por la Marina de los EE. UU.

Cinco barcos llegaron sin incidentes, recibidos con excesiva alegría por varios líderes del chavismo. Pero, uno de esos tanqueros no llegó a puerto venezolano.

El buque, el Victor 1, permaneció en el Golfo de Omán durante más de 100 días antes de descargar su carga tan necesaria a varios océanos de su destino previsto. Docenas de correos electrónicos enviados por el fletador del barco y vistos por Bloomberg muestran cómo la carga del Victor 1 quedó atrapada en una disputa de pagos que involucra entidades comerciales poco conocidas, acusaciones de robo de identidad corporativa y, potencialmente, un empresario colombiano acusado por el Estados Unidos de ser un negociador para el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

La oscura historia demuestra los límites y las consecuencias de las sanciones petroleras de Estados Unidos impuestas contra Venezuela el año pasado en un intento de desalojar al régimen considerado autocrático.

“Años de mala administración por parte de la compañía petrolera estatal han dejado su sector de refinación en ruinas, llevando la producción de gasolina a un punto muerto. Eso obligó a Venezuela a buscar combustible de un grupo cada vez menor de proveedores internacionales, pero también presenta oportunidades para las empresas dispuestas a participar en intercambios que, aunque no son necesariamente ilegales, arriesgan la ira de los EE. UU., Que sigue ampliando su red de sanciones”, añade el informe del portal estadounidense.

Los transpondedores, o señal satelital, de los cuatro petroleros se apagaron entre mayo y principios de julio, según muestran los datos de seguimiento del barco. Aunque su ubicación es desconocida, el gobierno venezolano no ha hecho ningún anuncio sobre su llegada y los efectos de la escasez de gasolina son una vez más se sintieron en todo el país.

¿Cuánta gasolina hace falta en Venezuela?

Según un reporte del banco de inversión Torino Economics, el gobierno chavista compró a Irán un total de  1,53 millones de barriles de combustible, los cuales al llegar hace 6 meses a Venezuela fue distribuido con la parafernalia característica del actual gobierno.

Se estimaba que ese inventario duraría entre 38 a más de 50 días, tomandoe n cuenta que el promedio de consumo de combustible en el país es de  entre 35.000 y 40.000 barriles.

Refleja el portal El Diario que en junio de 2019 los venezolanos demandaban 200.000 barriles por día (b/d). En enero de 2020 la cifra se ajustó a 130.000 b/d. Fuentes del sector energía comentaron que la administración Maduro comenzó a importar combustible ante la paralización del parque refinador de Venezuela.

“Los intentos de recuperar las refinerías de Amuay y Cardón han sido infructuosos. Son años de desidia y abandono por parte de la actual Pdvsa que no se pueden revertir por decreto, lo poco que se produce alcanza para muy poco. Hay que importar gasolina por un largo tiempo”, dijo un informante, quien solicitó el anonimato.

Con información de Efecto Cocuyo

Ir a la barra de herramientas