Cada vez es más difícil hacerse una hematología. Más de la mitad de los laboratorios de los hospitales de la red pública de salud en Venezuela están cerrados, alertó la organización Médicos por la Salud en su más reciente boletín de la Encuesta Nacional de Hospitales (ENH).
“El porcentaje de inoperatividad, servicios cerrados todo el tiempo, está en 55 %. Si a eso le sumamos los que están intermitentes, llegamos a 84 % promedio en todo el año”, dijo el médico infectólogo Julio Castro, en una rueda de prensa, desde la Academia Nacional de Medicina.
La Encuesta, aplicada semanalmente desde noviembre de 2018 hasta septiembre de 2019, evaluó la capacidad de los laboratorios de 40 hospitales para hacer exámenes de hematología y química básica (úrea, glicemia y creatinina). El estudio reveló que solo 16 % de los laboratorios en los hospitales permanecen abiertos.
“No hay un solo laboratorio de microbiología en el sector público que funcione como debería funcionar. No hay capacidad de hacer serología”, agregó el también profesor del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela (IMT-UCV).
Castro destacó que ningún centro público está actualmente en capacidad de realizar una prueba de hepatitis A, ni de diagnosticar sarampión, a pesar de que Venezuela reportó a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) 1.447 casos sospechosos en lo que va de 2019.
Unidades de diálisis paralizadas
La inoperatividad también se extiende a los servicios de rayos X, tomógrafos y resonadores magnéticos y áreas diálisis dentro de los centros de salud, según los resultados. En las unidades hospitalarias de diálisis aguda solo hay 18 % de operatividad para atender emergencias. 58 % de los servicios de rayos X están inoperativos.
“Más de la mitad de los hospitales no pueden hacer una placa de tórax en ningún momento durante todo el año”, explicó el también internista.
Solo 10 % de los tomógrafos y resonadores magnéticos están operativos. El porcentaje de inoperatividad promedio es 85 %, y puede alcanzar hasta 95 % si se suman los centros intermitentes. De acuerdo con el especialista, para hacerse una tomografía o una resonancia los pacientes deben gastar entre 10 y 20 salarios mínimos en un centro privado.
Según el infectólogo, la inoperatividad o intermitencia de estos servicios se traduce en limitaciones y retrasos en los diagnósticos y terapias. “Hay personas que terminan muriéndose en la casa porque no pueden acceder a exámenes y tratamientos”, añadió.
Médicos en áreas de emergencia
El representante de Médicos por la Salud aseguró que, en promedio, hay 1,5 enfermeros por cada cuatro camas en el turno diurno y un enfermero por cada cuatro camas en el turno nocturno en los hospitales.
“No hemos detectado emergencias cerradas persistentemente por falla de personal”, destacó. “Muy probablemente se desvía o mueve el recurso humano hacia las áreas críticas a expensas de dejar menos atendidas a otras unidades”.
En cuanto a los médicos, afirmó que en las emergencias, de cada diez médicos, ocho son médicos tradicionales y dos son Médicos Integrales Comunitarios. “Hay un hueco que están llenando los Médicos Integrales Comunitarios por falta de personal. No tienen el entrenamiento pues su pensum no fue diseñado para atender emergencias de pacientes altamente complicados”, expresó.
Con información de Efecto Cocuyo